República Dominicana cuenta con una capacidad de vender hasta 15.2 millones de toneladas de carbono en cinco años y que pueden ser ofertados en los a nivel internacional gracias al aumento de la cobertura boscosa estimada en un 39.7% del territorio.

A partir de esta ventaja, ya el país inició el proceso para la venta de 7.5 millones de toneladas y con cuyos recursos obtenidos serían beneficiados aquellos que trabajan en la conservación de bosques.

Al ofrecer esas explicaciones, el director de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Pedro García, detalló que el mecanismo consiste en la compra por parte del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF por sus siglas en inglés) de certificados generados a partir del carbono que se almacena en los bosques. Como parte de la iniciativa se inició el pasado año un inventario forestal que concluiría en el 2017.

Este proyecto es parte del Programa de Preparación para la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques (REDD) que ejecuta el país y con el cual se buscan mitigar los gases de efecto invernadero desde el sector forestal y, a la vez, contribuir con la adaptación al cambio climático.

“Nos hemos ganado el derecho a ser compensados por la conservación de los bosques”, afirmó García, quien destacó que en los últimos 50 años ha habido una política forestal sostenida para el aumento de cobertura.

Otros servicios. Recordó que además de almacenar carbono, los bosques brindan bienes y servicios, como es la regulación del agua, protección de los suelos, protección de la biodiversidad y productos maderables y no maderables, los cuales se verían incrementados como parte de la iniciativa.

Detalló que una vez realizado el inventario es necesario determinar los niveles de carbono que puede almacenar cada tipo de bosque.

Posteriormente, se determinará el carbono en los sistemas agroforestales, tales como el café, el cacao y los silvopastoriles. “Es decir, que el mecanismo no solo incluye los bosques, también incluye a los sistemas de cultivo y pecuarios que funcionan con árboles”.

Para la preparación del proyecto, que inició el pasado día 13, y culminar el inventario forestal se cuenta con una donación de 3.8 millones de dólares del FCPF. Mientras que recientemente el Gobierno dominicano y el Banco Mundial, entidad que capta los recursos del FCPF, firmaron una carta de intención para la venta de certificados de carbono generados por el REDD, estimados en 35 millones de dólares.

Dónde se mediría. De acuerdo a García se han identificado varias zonas que serían consideradas para iniciar el programa como son la zona fronteriza, la cordillera Central, la sierra de Neiba, la sierra de Baoruco, la cordillera Septentrional y el Este del País. Se incluyen bosques húmedos, secos, de montaña, manglares y cultivos agroforestales.

Compensación. Sobre los pagos a los productores que conservan bosques, García dijo que se estudian diversos mecanismos en base al nivel de captación de carbono y que los que serían incluidos lo harían a través de un banco, una cooperativa, “u otro mecanismo que tenga capacidad fiduciaria y esté vinculado a la gestión de medio ambiente y los recursos naturales”.

“Es importante destacar que los recursos que generaría la venta de los 7.5 millones de toneladas no serán suficientes para compensar a todos los productores nacionales, por lo que deberá hacerse una priorización de acuerdo a criterios que están siendo revisados”, aclaró García.

Se espera que en 2017 se firme el acuerdo definitivo y entonces el Banco Mundial recibirá UD$650,000 del FCPF para la formulación. Luego, en 18 meses, se iniciarían los pagos a los propietarios de bosques.