En diciembre de 2011 la Junta Monetaria aprobó el Programa Monetario para 2012 bajo el esquema de “Metas de Inflación” y hasta 2019 la inflación estuvo dentro de la meta (4.0%±1.0%) y en algunos años, como 2014,2015,2016 y 2018 por debajo del límite inferior del programa, sin embargo en 2020 no se cumplió la meta con una inflación de 5.55%, en 2021 con 8.5% y en 2022 con 7.83%.
La JM, me siento honrado de haber sido Miembro de agosto 2004 a 2019, aprueba en diciembre el Programa Monetario para el año siguiente y antes de las “Metas de Inflación” básicamente se fundamentaba en el control de los agregados monetarios, las tasas de interés y un tipo de cambio fijo. A partir de mediados de los 90 se comenzaron a utilizar los certificados para el control de los agregados monetarios y se implementó un régimen de flotación cambiaria administrada.
A raíz de la crisis financiera de 2003 se emplearon los certificados para contener el desbordamiento de la emisión monetaria provocada por los rescates bancarios y surgió un instrumento de política monetaria: los depósitos remunerados de corto plazo, el overnight. La implementación de las subastas de certificados cero cupón proporcionaron un instrumento de mercado para incidir en la Base Monetaria.
Con estas variables todo estaba listo para adoptar un esquema de “Metas de Inflación”, el cual representa un marco de referencia para la política monetaria en donde se anuncia al público los rangos para un periodo, este permite establecer un ancla nominal para la política monetaria a través de un compromiso con la estabilidad de los precios. El principal instrumento es la tasa de interés de política, la cual incide en las restantes tasas de mercado, en la demanda agregada y finalmente en la inflación.
La inflación de 7.83% al cierre de 2022 representa una caída de 1.81 puntos porcentuales en relación al pico de la inflación en abril de 9.64% y de 0.67 en relación a la inflación de 2021, sin embargo, la reducción no guarda proporcionalidad con el aumento de la tasa de política monetaria de 3.0% en noviembre de 2021 a 8.5% en noviembre de 2022 ni con la tasa activa promedio ponderado de los bancos múltiples que aumentó en ese período de 9.92% a 13.50%.
Es cierto que hay un componente importado derivado de las postpandemia y la invasión de Rusia a Ucrania, pero uno de los pilares de las “Metas de Inflación” es la confianza de los agentes económicos, sin embargo, aquí no se ha sentido ese alivio.
Todavía hay un componente monetario en la inflación dominicana y eso se aprecia en la inflación subyacente (que se calcula extrayendo los precios volátiles de los alimentos y los combustibles) que ascendió a 6.56% y la inflación de los bienes no transables (los que no se importan ni exportan)ascendente a 7.33 por ciento.
Uno de los pilares de las “Metas de Inflación” es la confianza de los agentes económicos; con tres años fallidos, es prematuro, en medio de una situación global compleja, pronosticar que a mediados de 2023 la inflación va a converger al rango meta de 4.0%±1.0%. La FED de los EEUU sería incapaz de hacer un pronóstico de caída de la inflación de esa magnitud porque saben que se juegan la credibilidad.