El Congreso Nacional entró ayer en su tercer día de militarización con un contingente policial reforzado y, por segunda ocasión, la Cámara de Diputados tuvo que suspender la sesión ordinaria la cual quedó pautada para el próximo martes, como consecuencia de los enfrentamientos entre legisladores que se dividieron en dos bandos: los que apoyan la modificación constitucional y los que se oponen.
Los opositores son también los que rechazan la repostulación en los comicios del 2020 del Presidente de la República, Danilo Medina, por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
En la mañana de ayer la actividad inició con la protesta de miembros del Movimiento Rebelde repudiando los planes de variar la Constitución.
También en la mañana, los diputados del Partido Revolucionario Moderno (PRM), con la presencia del presidente de la organización política, José Ignacio Paliza, condicionaron participar en las sesiones del hemiciclo, a que se retire el contigente policial y militar que este miércoles abarcaba cuatro cuadras del Centro de los Héroes.
A la postura de los perremeístas se sumaron los diputados de la corriente del aspirante presidencial del PLD, Leonel Fernández, de impedir la aprobación de todos los proyectos de ley hasta que saque los militares del Congreso.
Al intentar desarrollar la sesión, el presidente de la Cámara de Diputados, Radhamés Camacho, volvió a justificar el incremento de los militares y su decisión de que no se retiren. Dio que actúan dentro del marco de su reglamento y calidad.
“Todo está previsto en nuestra normativa. Esta es una democracia sólida”, adujo Camacho. Sostuvo que si los diputados no trabajaban en la sesión, lo harían en las comisiones.
En los alrededores del Congreso el cerco de militar y policial fue extendido hasta la avenida Independencia. Cientos de uniformados contuvieron al grupo integrado por manifestantes de distintas organizaciones sindicales, de la Coordinadora de a Lucha para la Rebaja de los Combustibles y la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano).
Como si se esperaran acciones de grandes magnitudes, una cárcel móvil fue coloca en la proximidad del Congreso, así como una unidad canina, una de antimotines y una unidad del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo.

Legisladores de Medina. Diecinueve senadores oficialistas defendieron las acciones del presidente Medina y enfrentaron el planteamiento de Paliza.
A nombre del grupo, el senador Charlie Mariotti alertó que el senador Paliza falta a la verdad. Aseguró que todos los senadores entraron sin problemas al Congreso. Asimismo, Mariotti solicitó al Leonel Fernández, en su condición de presidente del PLD, que intervenga en aras de evitar que los legisladores de tendencia caoticen y anarquicen el Congreso. Llamó a Fernández a no apoyar los hechos de violencia que se escenifican en el Congreso, “que condenamos, que no hacen bien a la imagen del país y a nuestro orden institucional”. En un documento leído, expresó que son bochornosos los hechos del pasado lunes (enfrentamiento de diputados con militares) y los atribuyó a facciones políticas “que aspiran a gobernarnos. Fue una provocación con el objetivo de crear caos y anarquía. Lo lamentable fue que algunos diputados decidieron unirse a esas personas en la protesta, a pesar de que ellos tienen su propio espacio, voz y voto en el interior del Congreso”.
En otro escenario, los diputados Fidel Santana, del Frente Amplio, y los de la corriente de Fernández, Levis Suriel, Marcos Cross y Juan Carlos Quiñones, coincidieron en censurar que al Congreso se le coloque la presión de tropas militares y que se obstruya su trabajo.
Rebeldes y Fenatrano. El dirigente político rebelde y abogado Juan Dionisio Rodríguez dijo que las intensiones de reformar la Constitución buscan “más la impunidad, corrupción, el robo público y llenar las apetencias de un grupo que no se sacia de poder. Pero el poder corresponde al pueblo”. La transportista y periodista Socorro Monegro expresó que fueron al Congreso a repudiar las intensiones de Medina y de sus funcionarios de modificar la Constitución, para reelegirse y “repetir los males que viven los dominicanos, entre los que citó los robos y los atracos”.
Aparente calma
Pasadas las cuatros de la tarde, luego de que los cientos de manifestantes se marcharan y las cosas aparentaban estar calmadas, una gran parte de los casi trescientos militares y policías que desde el lunes están apostados en los alrededores del Congreso Nacional comenzaron a retirarse.
Sigue vigilancia
Sin embargo, todavía hay agentes de la Policía Nacional y la Armada de la República que vigilan todo el perímetro del centro de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo para evitar posibles disturbios de protestantes que están opuestos a una nueva reforma a la Constitución para habilitar al presidente Medina.