Por un Código sin debilidades

Por un Código sin debilidades

Algunos detalles de la reforma al Código Penal que han trascendido expresan extrañas blanduras contra la corrupción, con brechas para la reducción de penas y escapadas de sanción.

Cualquier rasgo del proyecto que haga suponer que al final del caso las modificaciones reducirían la capacidad de actuar del sistema judicial y de los organismos de investigación del peculado, estaría muy fuera de lugar. Sería inaceptable para las corrientes de opinión pública puestas en alerta.

La máxima exposición de la pieza al escrutinio público debe prestarse para advertir a los hacedores de leyes, de que la ciudadanía no omitiría reacciones contra ambigüedades, falta de rigor punitivo o excesos normativos que sirvan para descartar pruebas verosímiles.

Nada justificaría que el Código continúe en la desactualización presente, y menos todavía con infuncionalidades agregadas, sin las tipificaciones que enfoquen procedimientos en crímenes de nuevas características y sin correctivos a las obsolescencias que propician impunidad, en una sociedad en vehementes reclamos de justicia.

Un código que garantice la aplicación de las sanciones que procedan preservando el derecho a la defensa en procura de descargos.

A tono con la trayectoria hacia la plena independencia del Poder Judicial. Conducir el momento histórico hacia el camino sin retorno de los fortalecimientos institucionales contra ilicitudes.

Encrucijada en el orden laboral

Los puestos de trabajo que genera la economía deben ser ocupados preferiblemente por la mano de obra de procedencia local, sin desconocer la realidad de que la participación de recursos humanos extranjeros en ciertas áreas ha crecido excesivamente y resulta difícil prescindir de ellos, mucho menos para recuperar el ritmo de crecimiento en la construcción e importantes cultivos.

El país cojea en controles fronterizos y migratorios y en la creación de condiciones salariales y de calidad de vida que vuelvan atractivos ciertos desempeños que exigen más resistencia física que escolaridad.

Las regulaciones a la participación de extranjeros en el mercado laboral son de una rigidez que las hace inaplicables y muchos empleadores que preferían operarios ilegales de bajo costo desarrollaron una adversa subordinación a lo foráneo.

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