En el caso del Seguro Médico para Maestros (SEMMA) es necesario hacer un profundo ejercicio de transparencia, que permita conocer las razones por las cuales enfrenta un déficit que superaría los cien millones de pesos. La situación está en la picota pública desde mediados de abril, pero no por informes de las autoridades, sino porque varias clínicas suspendieron sus servicios a los maestros alegando atrasos en pagos por cerca de 200 millones de pesos, y porque los propios maestros denunciaron la situación. Fue entonces, al ser consultadas por los periodistas, cuando las autoridades hablaron del asunto.
Ahora hay una comisión que trata de llegar hasta la médula del problema que está afectando el desempeño del seguro de los maestros y lo que debe ocurrir es que los resultados del estudio sean dados a conocer públicamente. El caso SEMMA no puede ni debe ser manejado bajo un manto de silencio, sino que cada paso en la investigación debe ser de dominio público. Es razonable que los resultados preliminares que tiene la comisión, sobre todo las posibles causas de la situación, sean dados a conocer. No es posible que un instrumento tan importante para la protección de la salud de los maestros esté atravesando por un estado de cosas que no están todavía lo suficientemente claras. Es necesario un ejercicio de transparencia.
Violencia común y política estatal
El Gobierno de Haití ha protestado con energía por el linchamiento de un súbdito de ese país a manos de un grupo enojado que tomó represalia porque el haitiano había matado a un dominicano. Se trata de actos irracionales -el asesinato del dominicano y el linchamiento del matador- que el primero en condenarlos es el Estado dominicano, que tiene instrumentos institucionales para enfrentar estas cosas.
Lo que llama la atención es que se pretenda, como parece que es el caso, dejar entrever que el Estado dominicano sería pasivo ante actos como este. El Gobierno ha dado una respuesta adecuada a la indignación manifestada por Haití porque, ciertamente, nuestro país no tiene una política oficial que estimule el maltrato hacia los haitianos. Parece que la reacción haitiana pretende causar una impresión alejada de la realidad, en momentos en que ha sido activada la Comisión Mixta Bilateral. Vigilemos detenidamente esa actitud.