Por un estricto apego a la ley

Por un estricto apego a la ley

La relativa paz que desde hace unos años reinaba en el  Ensanche Capotillo fue quebrada el viernes por un enfrentamiento entre manifestantes y la Policía del que resultaron varias personas heridas y detenidas. Los precursores de la refriega denunciaron que  miembros de la DNCD estarían cometiendo arrestos abusivos contra jóvenes del sector, sin hacerse acompañar de un fiscal y que a algunos muchachos les han puesto porciones de drogas para justificar los arrestos.

  La DNCD está muy empeñada en realizar bien su trabajo contra el tráfico de drogas. Su estrategia actual hace énfasis en el micro tráfico que abunda en los barrios. En el desarrollo de sus tareas, la DNCD está obligada a guardar un estricto apego a las normas y leyes que sancionan el abuso. No es descartable que en la lucha antidrogas ocurran cosas como las denunciadas  en Capotillo y  otros sectores.

En  época no lejana de nuestra historia, en situaciones de persecución política, todos evitaban ser tildados de comunistas, pero era la imputación predilecta de los policías. Ahora el estigma más temido es que a alguien lo acusen de tener o negociar drogas. No permitamos que, como en ese pasado, se abuse de la gente con la acusación de moda. En bien de la fe pública de ese organismo, la presidencia de la DNCD debería investigar esta queja.

 BUSCAR CUARTOS A COMO DÉ LUGAR

Los conductores vuelven a la tortura que en otros tiempos ha significado la obtención de la denominada Revista, que de inspección técnica al estado de los vehículos ha degenerado en un odioso impuesto que no tiene otra razón de ser que engrosar las arcas del fisco. La aplicación de esta carga origina molestias que deberían ser evitadas endosando el pago al de las placas o cosa por el estilo.

Con un parque vehicular tan abundante en chatarra, como el que tenemos en este país, lo ideal sería que la revista sirviera para obligar a sus propietarios a tenerlos en buen estado de funcionamiento, y disminuir así los accidentes relacionados con mal funcionamiento de motores, frenos, luces y sistemas de dirección y de combustión. Pero como la meta es buscar cuartos a como dé lugar, a los conductores se les somete a las molestias que se derivan de la obtención de la mal llamada Revista. Estamos ante  otro atropello al contribuyente.

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