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El Presupuesto General del Estado Dominicano del año 2019 asciende a la suma de RD$921, 810, 546, 351 millones; en el mismo, se contempla un aumento de soloRD$500 millones a la Pontificia, Real y Autónoma Universidad de Santo Domingo, menos de la mitad de lo solicitado por sus autoridades. Para alcanzar sus metas y cumplir con eficiencia sus funciones como institución de servicio público, la UASD, a decir de su rectora doctora Emma Polanco Melo, requiere para el año entrante de un aumento de su presupuesto de 1197 millones de pesos. La planificación presupuestaria de la Universidad Primada, a cargo de personas muy entendidas en la materia, se contempló de la manera siguiente: el gobierno central aportaría RD$8 mil, 886 millones de pesos en el Presupuesto de Ley de Gastos Públicos, más una asignación extraordinaria de RD$2179 para la transferencia, junto a una asignación de 592 millones de pesos en el año 2018. Todo esto, conjuntamente con la partida especial del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología para los Centros Regionales de la UASD, superior a los 231 millones de pesos.
Resulta sumamente difícil el manejo eficiente de una institución como la UASD de más de 200 mil estudiantes, con una oferta curricular de 119 carreras profesionales, y presente en 19 de las 32 provincias del país. En los años 60 y 70, las autoridades de la Universidad Primada tuvieron que enfrentar, al igual que hoy, situaciones adversas al buen desenvolvimiento de esa Alta Casa de Estudios originadas por la carencia de un presupuesto adecuado. Eran los tiempos de la tiza y el borrador (llamémosle así), épocas en que la falta de suficiente recursos económicos podía ser sustituida por el sacrificio y la entrega del personal docente y administrativo. ¿Cuál será la dimensión de la demanda en los próximos años por más recursos económicos de la UASD y de otras instituciones de educación superior? ¿Cuál será el monto de los recursos financieros que serán necesarios para satisfacerla? ¿Cómo se relacionarán estos recursos con el crecimiento económico que probablemente experimente nuestro país?
Como bien lo expresara Guillermo Soberón, exrector de la Universidad Nacional y Autónoma de México, “el proceso tecnológico, o sea la disponibilidad de avances tecnológicos, no debe ser en sí mismo un proceso necesariamente anhelado. La capacidad tecnológica es un instrumento para alcanzar, concomitantemente, un estado de desarrollo social y económico que asegure una justa distribución de la riqueza” Al igual que el destacado intelectual mexicano, pensamos que las condiciones de intercambio entre las materias primas y los productos industriales son cada vez más desfavorables para los países como el nuestro en vías de desarrollo. Una proporción elevada de nuestro potencial económica se destina a la importación de tecnología de alto costo, lo cual limita nuestra capacidad de formación y desarrollo. El gran número de jóvenes que se prevé que cursen estudios en la UASD en el próximo año no es un contratiempo como afirman algunos, sino una bendición que más temprano que tarde nos llevará a hacer realidad lo que se debió haberse realizado hace tiempo. Al igual que las demás universidades públicas de la América Española y el Caribe, la UASD requiere de cambios sustantivos; pero, para que éstos lleguen a materializarse, la Universidad Primada necesita de los recursos que reclama. Es que una educación superior a tono con los nuevos tiempos demanda de grandes inversiones. Y cada año que pasa resulta más difícil, diríamos que imposible, el llenar el vacíos de la falta de los mismos con la multiplicación de los esfuerzos.
Esta columna continuará publicándose a partir de enero próximo. A nuestros amables lectores les deseamos unas felices pascuas y un próspero año nuevo.