La República Dominicana enfrenta serios desafíos para superar la crisis del sector eléctrico, es por esto que la energía eléctrica llega a nuestros hogares a precios muy caros, produciéndose interrupciones en el servicio por largas horas, y un suministro de energía deficiente que afecta la inversión y el desarrollo de nuestra economía.
El desarrollo de los pueblos siempre estará relacionado, entre otras causas, con sus fuentes de energías, y si no utilizan de forma sostenible y eficiente, tiende a debilitar el ritmo de crecimiento económico, y a generar trabas en perjuicio de la competitividad.
Es por esta razón, que nosotros nos preguntamos: ¿Por qué sigue llegando energía eléctrica cara a nuestros hogares y a las empresas, y cuándo superaremos la gestión deplorable en la generación, transmisión y distribución de electricidad?
El déficit del sector eléctrico se estima en una cifra significativa, aproximadamente RD$23,003 millones en subsidios que se han consignado en el Presupuesto General del Estado 2018, lo cual representa el 0.6% del Producto Interno Bruto (PIB). Para el año 2017, este monto ascendía a RD$31,499 millones (1% del PIB). Por lo que, es evidente que la carga que representa el déficit del sector eléctrico para el Estado dominicano es altamente preocupante, e impide eficientizar, racionalizar y transparentar el gasto público.
Sin embargo, a pesar de que la Estrategia Nacional de Desarrollo de la República Dominicana (END 2030), ley 1-12, consigna en su artículo 75 que las fuerzas políticas, económicas y sociales deben propiciar consensos necesarios para arribar al pacto o reforma del sector eléctrico esto no se ha producido, lo que impide lograr un suministro confiable de electricidad, a precios competitivos, con sostenibilidad financiera y ambiental.
Es por esto, que motivados por la gran crisis por la que atraviesa el sector eléctrico en la República Dominicana, proponemos que todos los sectores sociales, políticos y económicos superen de una vez por todas sus desacuerdos para aprobar un pacto eléctrico que brinde al pueblo dominicano los siguientes resultados:
- Crear incentivos para la entrada de inversiones en el sector de energía renovable, que contribuyan a la gestión sostenible del sector y a la mitigación del cambio climático;
- Reducir y promover el consumo eléctrico inteligente, a través del ahorro y la eficiencia energética; con la aprobación de la Ley de promoción al uso racional de la energía;
- Gestionar el sector eléctrico de manera estratégica, para que opere con estándares de calidad para la infraestructura de generación, transmisión y distribución de electricidad; lo que permitirá reducir las pérdidas y gestionar la cobranza de la energía facturada;
- Fortalecer las capacidades institucionales de la Superintendencia de Electricidad para la regulación y fiscalización eficiente del sector eléctrico, lo cual contribuiría a establecer tarifas competitivas que fomenten la inversión y el desarrollo del país.
De estas posturas se concluye que reflexionar, generar debates y propuestas de ideas que fortalezcan el sector eléctrico nos dan las pautas para luchar contra las amenazas del cambio climático y la contaminación por nuestra dependencia energética, lo cual sigue afectando nuestro desarrollo y seguridad.
En definitiva, urge romper con los esquemas tradicionales y las deficiencias con las que se gestiona el sector eléctrico, y resulta impostergable propiciar el consenso necesario para que el pueblo dominicano vea materializado un pacto eléctrico por la competitividad, la sostenibilidad financiera y medioambiental.