¡Por un tubo y 7 llaves!

¡Una camioneta de doble cabina, blanca, con cinco felices ocupantes a bordo -y que hablan hasta por los codos- cruzan un caudaloso río mientras celebran que una institución como Sur Futuro les haya premiado por su esfuerzo puesto en prevenir que el resto de nosotros los dominicanos podamos disponer de ella para vivir!…
A bordo, Jobito, Coqueto, Piquete, Juanito y Garabito tararean estrofas de la canción ‘Agua es”, que ha sido recordada a todos por la presidenta de su fundación, la señora Melba Segura de Grullón… Elevan sus voces más que nunca al repetir: ‘Agua es… ¡la vida que nace en cualquier parte!’…
Píndaro y Herminio, que siempre han cuestionado el irrespeto de sus conciudadanos por el medio ambiente y, en especial, el agua, han visto una luz en ese tortuoso túnel que nos depara la vida y, sin pensarlo mucho, se deciden a hacer una visita a la fundación a que ese grupo de beneficiarios hace referencia en su celebración…
Luego de una interesante espera en que técnicos, empleados de oficina y miembros evaluadores del ‘Premio Ecológico a la Siembra del Agua’ que, precisamente ese día, realiza una sesión coordinadora de resultados, son finalmente recibidos por una elegante señora, enfundada en un vestido azul celeste y de ojos penetrantes… El primer bombazo de ellos hacia la presidenta de la entidad visitada no se hace esperar: “¿Dónde nació Sur Futuro?”-es Píndaro que cuestiona, mientras Herminio está a la escucha-… “Cosas del destino –exclama la señora-… ¡Queríamos un nuevo futuro para el Sur y así nació!” –nos dice mientras sus ojos cobran un brillo de orgullo-…
Ahora es Herminio quien mete la cuchara y dice: “Cuando emprendió este proyecto… ¿Sabía que iba a vivir esta experiencia?”… “¡Nunca pensé que llegaría tan lejos y a impactar a tanta gente!” -exclama ella-… “¡Nuestros proyectos han beneficiado ya a más de trescientos mil dominicanos!… “Y… ¿Qué motivación tuvo usted?” –le cuestiona Píndaro-… “Vi la lucha de mi padre porque nuestro país tuviera un futuro mejor… Me tocó ver en los cafetales de Padre Las Casas a tanta gente sobreviviendo sin tener a nadie que los apoyara a seguir adelante…” –expresa con cierto dejo de tristeza y, al mismo tiempo, de tranquilidad espiritual…
Justo ahí y ante la mirada asombrada de Herminio, Píndaro la interrumpe y le cuestiona: “¿Me podría citar 7 proyectos que Sur Futuro haya desarrollado y que hoy la hagan sentir orgullosa de ellos?”…
Con la construcción de Villa Armonía I, logramos beneficiar a 95 familias que no tenían un techo” –exclama orgullosa-… Luego, nos enfrascamos en el proyecto ‘Sabana Yegua Sostenible’, que fue elegido por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial como ¡uno de los 3 mejores proyectos de Manejo Sostenible de Tierra en el Mundo! –sonríe satisfecha al así expresarse-… Más adelante, nuestra fundación puso en marcha el Programa de Crédito Microempresarial y para la adaptación al cambio climático, por medio del cual le proveemos crédito a personas que no pueden acceder a la banca formal”…
La señora Segura de Grullón toma un respiro de orgullo, fija su vista en los curiosos visitantes y con amplia sonrisa de felicidad expresa: “¡Otro gran proyecto ha sido el de ‘Facilidad Sur Solar’, que ha permitido a hogares, escuelas y microempresas de zonas de montaña, acceder a la electricidad a través de la energía solar!” –y, mientras así refiere, se toma su tiempo reclinándose en un sencillo pero confortable sillón de textura porosa color negro… y, continúa: “Un quinto proyecto a citarles es la ‘Estrategia de formación Continua Centrada en la Escuela’, a través del que permitimos elevar la calidad educativa a 56 centros del Distrito Educativo 04-03 en San Cristóbal Sur, y a 55 centros del Distrito Educativo 04-02 en San Cristóbal Norte, ambos en Nivel Primario”…
Píndaro no pierde tiempo, ‘mete la cuchara’ y le cuestiona: “Y, ¿Cuál diría que es el sexto proyecto de la institución?”, a lo que, con un inmenso orgullo la presidenta de la Fundación le exclama: “¡Producimos más de 6 millones de plantas al año, las que son destinadas a la reforestación, a través del ‘Programa de producción de plantas agroforestales!’…”.
Herminio, que ha presenciado estos momentos de regocijo que lo han transportado al futuro del Sur, recordando ahora el número 7 en la mano de Píndaro, no vacila en preguntar: “¿Cuál diría usted, entonces, es el séptimo proyecto de importancia de la Fundación Sur Futuro?”… “¡Mujeres Rurales del Futuro!” –exclama ella más que satisfecha-… y agrega: “¡Promovemos como empresarias a mujeres del campo dominicano, con una visión de género!… Vislumbramos un futuro del Sur lleno de esperanzas y potencialidades, aunque hay que seguir trabajando para hacerlo una realidad… ¡El respaldo de la población sureña ha sido total!… Cada proyecto ha sido diseñado junto a las poblaciones beneficiarias, para que respondan a la solución de sus problemas y necesidades, así se sienten empoderados y lo hacen parte suyo…”.
“¿Y qué espera la fundación de aquellos dominicanos que no necesariamente residen en el Sur?” –cuestiona Herminio- … “¡Ya trabajamos en todo el país!… Apoyamos el desarrollo autogestionario, en especial de los más pobres del país… ¡Sur Futuro significa para mí el facilitar herramientas a las comunidades que viven en situación de pobreza y que puedan así ser artífices de su propio desarrollo!”.
Píndaro, feliz y contagiado por el optimismo reinante, mira a Herminio y le exclama: “Es que, ahora se ratifica que el sur tiene en Sur Futuro el desarrollo por un tubo y 7 llaves!”.