Por una conducta sobria

Por una conducta sobria

Con el período municipal que comienza en esta fecha, y que por excepción  durará seis años, empieza a aplicarse en la práctica la disposición de la  Ley 176-07, promulgada el 17 de julio de 2007, que da a las juntas de distritos municipales facultad para elegir sus bufetes directivos, confiriéndoles además autonomía administrativa y financiera. Se trata de una innovación sin duda importante en el ejercicio democrático de los municipios y sus gobiernos.

Un factor de preocupación es que no haya acuerdo de gobernabilidad entre los dos principales rivales políticos -PLD y PRD- a pesar de que se trata de un período excepcionalmente largo, atractivo para quienes aspiran a asumir  cargos directivos en los bufetes. En el pasado, en procesos menos complejos que el que se estrena hoy, hubo casos de enfrentamientos violentos con saldo luctuoso durante la elección de bufetes directivos municipales.

Nuestra aspiración es que, aún sin acuerdos explícitos de gobernabilidad entre los principales rivales políticos, éstos antepongan el interés general de que haya un traspaso armonioso de los mandos municipales. La modalidad que se estrena hoy es una muestra de los avances que hemos logrado en la organización y administración de nuestra democracia. Honremos estos avances con una conducta  cívica sobria.

Restauración permanente

El 16 de agosto de 1863, hace hoy 147 años, un puñado de valientes le devolvió a esta tierra su condición de República independiente, desmontando la anexión a España que nos había sumido en la categoría de colonia de una potencia extranjera. Fue aquella una gesta patriótica que se consumó a través de la acción militar y que marcó el principio del fin de todas las calamidades sociales, políticas y económicas que trajo consigo la anexión.

Los dominicanos deberíamos hacernos asiduos a la restauración. En 147 años hemos perdido mucha de nuestra identidad de país, se han relajado los principios y valores definitorios de la dominicanidad. La pulcritud y la honradez son  virtudes que se han ido convirtiendo en excepcionales, a pesar de que tiempos atrás eran la norma general. Hace 147 años fue necesario restaurar la dominicanidad. Restauremos también sus valores y principios, y hagamos de ello una práctica permanente.

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