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Desde épocas milenarias, la porcelana ha servido para poner un marcado acento en la decoración, no sólo por el efecto visual que tiene, sino porque el material y acabado de sus piezas denota exquisitez en cualquier espacio en que se luzcan.
La porcelana ha mantenido su lugar desde tiempos muy antiguos, con piezas decorativas para el hogar que incluso van pasando de generación en generación.
¿Quién se resistiría ante una delicada vajilla de porcelana?, y lo mismo ocurre con los famosos jarrones en este delicado material, que puede poner en el piso o sobre una mesa, dependiendo del tamaño para dar un toque complementario y acentuar un espacio específico. Candelabros, platos para decorar las paredes, bañeras y un sinnúmero de piezas más, también ayudan a dar al hogar un estilo distinguido.
La porcelana auténtica. Según la página web educar.org, ésta se comenzó a usar en China entre los años 618- 907, durante la dinastía Tang, aunque hay estudiosos del tema que han señalado que existe evidencia de su fabricación desde la dinastía Sui, que gobernó ese país de 581 a 617.
Algunas piezas de entonces llevaban el nombre del emperador que las había solicitado.
En la dinastía más poderosa, la Ming, de 1368 a 1644, fundada por Hung Wu, se estableció la fábrica imperial de la porcelana: Ching-Té-Chên, cerca de Nanking, donde se comenzó a trabajar en piezas de porcelana en color blanco, a la que posteriormente añadieron motivos azules, y con el tiempo, ornamentos multicolores.
Datos sobre la porcelana indican que hasta principios del siglo XIX el azul (del cobalto) y el púrpura (del manganeso) eran los únicos colores que resistían las altas temperaturas del horno.
Aunque su origen está registrado en China, la porcelana ha recorrido todos los continentes, acentuando con delicadeza cada utilidad que se le de, tanto en lo decorativo como en el aspecto práctico.
La porcelana llegó a Europa en el siglo XVIII, cuando se exportaba desde Oriente para el comercio.
El comercio de porcelana les motivó bastante por las grandes ganancias que les dejaba.
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En Francia
Las más famosas fábricas de porcelana son Limoges y Sévres, las cuales fabricaban vajillas coloridas y ornamentadas con flores. Duplessis, artesano de Vincennes, fue el creador del tipo de jarrón que lleva ese nombre y que se caracteriza por su boca ancha, cuello, panza ancha y pie abierto.
