Investigadores del Brigham and Women’s Hospital (BWH), en colaboración con la Universidad de Murcia y Tufts University, revelan que no es sólo lo que se come, sino también cuándo se come, lo que puede ayudar con la regulación de la pérdida de peso.

Así lo explica una publicación del portal Bienestar 180.com, la investigación publicada en el International Journal of Obesity, demuestra que quienes consumen la comida fuerte antes de las tres de la tarde experimentan una pérdida de peso significativa.

Agrega que esta situación se debe a que casi 40% de las calorías diarias se consumen al medio día, si una comida con esas características se consume a las tres y media de la tarde se fuerza la fisionomía, explica Garaulet, una de las autoras del estudio.

Para llegar a estos resultados, los investigadores evaluaron a 420 participantes con sobrepeso, quienes siguieron un programa de pérdida de peso durante 20 semanas, basado en la dieta mediterránea. Se les dividió en dos grupos: los que comían temprano y los que lo hacían tarde.

La investigación también revela que los horarios del desayuno y la cena, comidas pequeñas y menos energéticas, no juegan un papel realmente importante en el éxito de la pérdida de peso.

Sin embargo notaron que quienes comieron después de las tres, consumieron menos calorías en el desayuno e incluso era más probable que se lo saltarán, además de que presentaron una sensibilidad a la insulina inferior a la estimada, lo que es un factor de riesgo para la diabetes.