BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Aquí sí es verdad que mucha gente colgó los testículos en un árbol del jardín para que los demás creyeran que se trataba de una parte de un racimo de cocos.

Mucha gente demuestra que su vergüenza era verde y se la comió el partido que lo nombró en un puesto público.

Recuerda: si quieres saber quién es Mundito, dale un mandito.

¡Cuánta facilidad para el olvido cómplice y la impunidad complaciente y dificultades sin cuenta para quienes actúan correctamente!

Nadie sabe dónde se pierden la solidaridad, la piedad, la caridad, el espíritu de servicio, extender la mano a quien necesita auxilio, porque como dijo José Francisco Peña Gómez en sus mejores versos, los del himno del Partido Revolucionario Dominicano «El auxilio de Dios nunca falta, y al que yace su brazo levanta».

El trato abusivo y violador de los derechos humanos se ha convertido en una práctica tan común que hasta militares arbitrarios y civiles cómplices de delitos mayores creen que pueden servir de ejemplos a imitar.

Revisen las colecciones de los diarios y los archivos de las estaciones de televisión para que vean cómo hubo renuencia para opinar sobre el desastre causado por el gobierno, por segunda vez, al ocultar las posibles dimensiones del desastre que podían causar, aguas, inundaciones, casas en lugares precarios, falta de preparación para enfrentar situaciones de emergencia, mientras se gasta el dinero del pueblo en vivir dentro de un boato que nunca soñaron.

Hasta los ignorantes, entre los cuales me cuento, sabíamos que, en el mejor de los casos, hubo negligencia por parte del gobierno para desaguar la presa de Tavera.

Ahora falta que un fiscal, el procurador o quien tenga que ver, tome el informe y actúe, aunque tenga que descolgar los testículos del palo donde los guardó cuando aceptó el puesto. Como decía Marino Castillo Santana en la vieja Dirección de Rentas Internas, los dominicanos estamos vivos porque Dios es grande y el aire es gratis.