El financiamiento total era por DEG 1,094.5 millones, equivalentes a US$1,700 millones y al 500 por ciento de la cuota del país en el FMI. Por los engaños e incumplimientos del gobierno, el Banco Central dejó de recibir reservas por DEG 328.3 millones, aproximadamente US$525.0 millones, mientras el BID no desembolsará US$200 millones que están en el presupuesto del 2012.

Aunque la memoria es corta, dos años es poco tiempo para olvidar que el FMI autorizó al gobierno a ejecutar una política económica anti cíclica en el segundo semestre del año 2009 y en el primer semestre del año 2010, con la condición de que debía ser diferente a partir de junio del 2010. El déficit global lo programó en 3.1% del PIB para el 2009, debía reducirse a 2.6% del PIB en el 2010 y a 1.6% del PIB en el 2011. Es decir, en el 2010 el déficit debió ser RD$47,000 millones, terminó en RD$55,276 millones, en el 2011 de RD$41,700 llegando a RD$61,000 millones. Y como dijo Alejandro Santos, el gobierno “nunca cumplió la meta del déficit eléctrico”. El programa fracasó.

Los peledeístas se creyeron que podían engañar todo el tiempo a todo el mundo como decía su líder Juan Bosch. En junio del 2011, la Misión del FMI comprobó la existencia de dos estadísticas sobre el déficit fiscal, el Banco Central diciendo la verdad y Hacienda subestimándolo. No obstante, el FMI aprobó las revisiones quinta y sexta, porque existía el riesgo de no poderse pagar el servicio de la deuda, la nómina y los programas sociales.

Aprobaciones que tuvieron condicionantes adicionales. El gobierno debía ajustar el gasto público, transfiriendo recursos de diferentes ministerios para cubrir el déficit del sector eléctrico. Debía presentar un proyecto de ley al Congreso Nacional, para consignar la tarifa técnica de electricidad, además de ajustar el precio de la tarifa eléctrica, subiéndola 9% en junio de 2011 y sumando un aumento de 20% en el periodo diciembre 2010-junio 2011.

El gobierno aceptó las condiciones, pensaba seguir engañando. Estaba en aprieto financiero, su interés era echarle mano a los US348 millones del FMI, US$270 millones del BID y el Banco Mundial y a los US$500 millones de bonos soberanos que vendió en el mercado financiero internacional. El Directorio del FMI se sintió burlado, dando por terminado el Acuerdo, cuando en octubre del 2011 el gobierno inició una campaña mediática vendiendo el cuento chino de que era el Organismo Internacional el que exigía el aumento de tarifa eléctrica.

El gobierno dice que no le afecta el rompimiento, espera ansioso que suban los precios de los combustibles para que Petrocaribe le desembolse más de US$200 millones y financiar con la banca local cualquier necesidad adicional de recursos. En cuanto al Banco Central, aunque es alta la inflación total, computa en baja la subyacente, queriéndonos decir que el producto potencial es muy superior al observado. Entonces debería estimular el empleo reduciendo la  “over night” para que bajen las demás tasas. Posiblemente hará lo contrario para proteger las reservas internacionales. Si lo hace estaría enterrando el programa de meta de inflación que acaba de inaugurar.