Milagros Ortiz Bosch ha demostrado durante toda su vida pública y privada, que ha sido una mujer al servicio de la colectividad, preocupada por los problemas más fundamentales de la población dominicana como la educación; la salud; la seguridad ciudadana; la justicia; la equidad de la mujer con el hombre;  la búsqueda de soluciones para desarrollar la mediana y pequeña empresa y, por tanto, empleo para las mayorías que en el país está constituida por la juventud entre 18 y 35 años.

Por esa conducta exhibida, se ha convertido hoy día en un símbolo de la decencia, honestidad, capacidad, humildad, y transparencia, que inspira confianza aún en las personas que simpatizan por partidos contrarios al PRD.

Como médico dedicado al ejercicio profesional en un hospital público donde combino la atención a los pacientes con la enseñanza y la investigación, y ser un estudioso de las políticas de salud de nuestro país, considero a Milagros Ortiz Bosch, la candidata ideal para la senaduría de la capital, porque creo será vigilante y demandante para hacer cumplir las leyes General de Salud y de la Seguridad Social.

Aprovecho la ocasión para decirles a ustedes, lectores de este prestigioso diario, que Milagros tiene muy bien claro que la ley de salud 82-01 ordena que el Ministerio de Salud no puede continuar siendo Juez y Parte, por lo que tiene que ejecutarse la separación de funciones, permitiendo que los establecimientos de salud públicos se constituyan en una red autónoma, con personería jurídica, descentralizada y patrimonio propio.

De esta manera, los establecimientos de salud tendrían un presupuesto por capitación y los diferentes niveles de atención estarían articulados, prestándoles mayor atención a la creación de centros de atención primaria en todos los barrios de la capital y del país, para evitar el desplazamiento de los enfermos y sus familiares a distancias lejanas en detrimento de su tiempo y de sus escasos recursos.

Por otro lado, ha expresado que gestionará a través de la Ley de presupuesto y gasto público de la nación, el aumento progresivo de la asignación de recursos al sector salud, hasta lograr que en el transcurso de los seis años de la gestión se alcance un mínimo del 4% del PIB o el 14% del presupuesto nacional. Además, evaluará y supervisará su ejecución ajustándose a las leyes 42-01 y 87-01 en el Congreso de la Nación.

Ella sabe que no es posible continuar con presupuestos hospitalarios  a la oferta y no a la demanda, ni con subvenciones a los centros de salud. Milagros conoce de sobra que ambas leyes enunciadas, enfatizan el bienestar de las personas, la promoción y prevención de la salud, la que deben estar contempladas en los planes operativos anuales del Ministerio de Salud en las que se identifiquen las actividades y los montos destinados a las mismas.

Al llevar a cabo estas acciones se podrá reducir en el corto plazo las altas tasas de mortalidad infantil y materna y cumplir con los compromisos del milenio.

Finalmente y por si fuera poco, conoce bien el caso del Instituto Dominicano de Seguros Sociales, institución más que favorecida por las leyes ya citadas, en el sentido que es la única institución que le permite ser administradora de riesgo de salud, proveedora de servicios de salud; ser la única que administra los riesgos laborales y encargada de desarrollar las estancias infantiles, y no cumple actualmente con su rol de manera eficiente.Estoy seguro que Milagros demandará desde el Senado de la República su adecuación para mejor calidad de vida de las y los dominicanos.