Fue el 3 de junio de 1998 cuando Porsche decidió dar luz verde a un proyecto de todoterreno con cualidades deportivas.
La producción en serie del modelo comenzó en el 2002, y desde entonces la leyenda del Cayenne fue creciendo como un vehículo ‘multitalento’ capaz de hazañas en terrenos agreste y prestaciones deportivas.

Desde su primer lanzamiento, hace ya 15 años, el Porsche Cayenne viene anotando tres generaciones para seguir demostrando que es el SUV deportivo más versátil del mercado, o lo que es lo mismo, el más ágil y dinámico de todos.

Ese nuevo modelo se centra en la gran carga tecnológica con el que apuesta, menos peso y un aspecto más uniforme con la gama de la marca. En el frontal, los cambios pasan por una rejilla remozada en la que se pueden apreciar unas tomas de aire de mayor tamaño y una línea de luces diurnas LED más delgada. En la vista lateral, todo apunta a una caída del techo algo más deportiva y un aumento de la distancia entre ejes para favorecer la habitabilidad, con unas ventanas posteriores algo más pequeñas para darle al conjunto un aspecto más dinámico. Crece en longitud, alcanzando ahora los 4.91 metros (63 mm más largo) que antes, y reduciendo su altura en nueve milímetros, en la anchura no hay cambios. El maletero aumenta llegando ahora a los 770 litros.

Como aspecto dinámico el fabricante lo apunta hacia el Porsche 911, para lograr semejante rendimiento ha reducido el peso en 143 libras. Donde más se actualizó el nuevo Cayenne es en su sofisticado interior, con una pantalla digital táctil de 12,3 pulgadas al centro del tablero. En el panel de instrumentos se mantiene el cuenta-revoluciones analógico en posición central, escoltado por dos pantallas de 7 pulgadas a ambos lados.

Como novedad mecánica han desaparecido, por ahora, los motores diésel, sólo se presentó con dos versiones a gasolina V6 turbo de 340 caballos y 440 caballos.