Portavoces del insulto

Portavoces del insulto

MANUEL A. FERMÍN
La dignísima personalidad del cardenal López Rodríguez, que se caracteriza por su recia voz para corregir desviaciones mediante el reproche con dureza, ha llamado a negarle el voto a los candidatos que hacen proselitismo y ejercicio político sobre la base del insulto. El cardenal López se ha distinguido como una conciencia siempre alerta a sus ideales nacionales y sociales con la obligada e instintiva reacción de todo ciudadano importante, por lo que es casi seguro que esta petición le surge después de escuchar la grosera voz del presidente del PRD, quien recientemente se despachara con una “pela de lengua” llamándole al Presidente Fernández “deficiente mental” “con intención de provocar una guerra contra Haití”, “hambreador”, “insensato”, “abusador y dañino para el país”. Asimismo, y en total desenfreno acusó al Presidente de “subversivo y mal agradecido”.

Si el presidente del Partido Revolucionario Dominicano, que es un hombre con cultura, actúa de esa manera hay que colegir que andamos en la selva; pero además, revela que el PRD está tan disminuido que hace de la diatriba discurso político por temor de ya no poder exhibir su fuerza debido al estado ruinoso de su base política; que tiene su túnica raída; una organización, amigos lectores, que coqueteó con las puertas de la gloria, pero que ha perdido el sentido de la realidad.

Desconcierta presenciar el basural de agravios y mentiras contra la persona y el gobierno del presidente Leonel Fernández por emitir una verdad no rebatida. ¿Es o no cierto que la mayoría supremacista perredeísta-pepehachista seleccionó los miembros de la Junta Central Electoral sin la serenidad y la mesura del consenso?; ¿qué hizo lo mismo con la Cámara de Cuenta, con el Consejo de la Magistratura y, por ende, con el nombramiento de los jueces faltantes de la Suprema Corte de Justicia?

Me niego a creer que por envidia a los logros alcanzados por el gobierno y pueblo dominicanos, de quienes hasta ahora sólo se han llevado la censura general pueden organizar una oposición tan irreflexiva. Por fortuna, más personas sensatas han expresado su reconocimiento a la recuperación del país que los que lucen desesperados y con infamada ira que demuestran el resentimiento de sus derrotas políticas.

El Presidente ha sido siempre enemigo del ataque personal, que le huye a cuantos pudiera lastimar la honra de su adversario, luce sereno, comprensivo, seguro de que hace lo correcto. Ofrece, asimismo, un modelo vivo de la noble y decoroso sin revestirse de la gravedad de un juez severo como siempre han querido que luzca él por los espíritus de poca mesura que cohabitan en ese perredeísmo diverso y disperso.

Para que el PRD siga jugando algún rol importante en la política dominicana, tendrá que someterse a un cambio de dirección y de liderazgo, a una profunda depuración que evite que siga transitando el camino del predestinado del infortunio y del claudicante perenne ante el mal gobierno.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas