LA CORUÑA, España (AP).- Un gol de penal del brasileño Derlei puso fin a los sueños de grandeza del Deportivo La Coruña en su propia cancha ayer martes y colocó al Porto en la final de la Liga de Campeones.

El tanto de Derlei a los 60 minutos le dio al Porto una victoria 1-0, dejándolo a la espera del ganador de la serie entre Mónaco y Chelsea, que se definirá hoy miércoles en Londres. Mónaco ganó el partido de ida por 3-1.

La final será el 26 de mayo en la ciudad alemana de Gelsenkirchen, y ahí el Porto buscará conseguir su segunda corona europea, que se sumaría a la que obtuvo en 1987.

Porto quedó a las puertas de un tripleta de títulos en la temporada, ya que recién revalidó su corona en la liga y dentro de dos semanas se enfrentará con el Benfica en la final del torneo de Copa.

Sólo cuatro equipos en Europa han concretado la tripleta: Celtic, Ajax, PSV y Manchester United.

En un estadio Riazor a lleno completo, la sequía de goles que imperó en los 90 minutos del partido anterior persistió en la primera mitad.

La tónica pareció no cambiar con respecto al duelo previo. El Depor lució con más ganas y laborioso en busca del gol, aunque sin muchas luces para resolver el crucigrama defensivo del Porto.

La mejor ocasión del Depor para perforar el arco rival se presentó a los 36 con un remate de volea de Juan Carlos Valerón desde diez metros, que se fue apenas desviado, tras haberse encontrado frente a frente con el arquero Vítor Baía.

Pero la pelota estuvo más en los botines de los jugadores del Porto –con Deco y Maniche marcando el compás– que de a poco fueron llevando peligro al marco gallego.

Al despuntar la segunda mitad, Porto mandó un mensaje de que en cualquier momento iba a abrir la cuenta. Tirándose de palomita, un cabezazo de Derlei pegó en el poste tras un centro llovido de Deco.

El penal que estableció la diferencia se produjo cuando César Martín, que jugaba por el suspendido Jorge Andrade, trabó en el área Deco, un brasileño nacionalizado portugués, y el árbitro Pieluigi Collina no vaciló en señalar en dirección a la mancha de los 12 pasos.

Derlei se encargó de ejecutar la pena máxima, con un disparo rasante a la derecha del arquero José Francisco Molina, quien la rozó con la mano.

Previsiblemente, el Depor se lanzó con todo hacia el ataque en busca de dos goles para evitar la eliminación, pero el oficio gallego chocó con la disciplina de un Porto que no daba libertades atrás.

Las pretensiones del cuadro gallego se complicaron más cuando a los 70 se quedó con diez hombres por la expulsión de su defensa marroquí Nourredine Naybet por acumulación de tarjetas.