Portugal se separó del entrenador Fernando Santos tras la eliminación del equipo en cuartos de final de la Copa Mundial 2022 ante Marruecos, anunció el jueves la federación portuguesa (FPF).

Santos, de 68 años, se hizo cargo en 2014 y guio a Portugal a su primer título internacional senior al vencer a Francia en la final de la Eurocopa 2016. El ex jefe de la selección nacional de Grecia también llevó a la Seleccao al título de la UEFA Nations League 2019.

Sin embargo, su mandato terminó en decepción en Qatar con una sorpresiva derrota por 1-0 ante Marruecos. Tenía un contrato que se extendía hasta la Eurocopa 2024.

«La Federación Portuguesa de Fútbol y Fernando Santos acordaron poner fin al exitoso viaje que comenzó en septiembre de 2014», se lee en un comunicado de la FPF.

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«Después de una de las mejores participaciones de la Selección en las etapas finales de la Copa del Mundo, en Qatar, FPF y Fernando Santos entienden que este es el momento adecuado para comenzar un nuevo ciclo.

«La Junta de la FPF ahora comenzará el proceso de elegir al próximo entrenador nacional».

En un emotivo mensaje de video, Santos dijo que ser el entrenador de Portugal fue un «sueño hecho realidad» y un «objetivo de vida» que cumplió.

«Cuando lideras grupos, tienes que tomar algunas decisiones difíciles», agregó. «Es normal que no todos estuvieran contentos con las decisiones que tomé, pero las decisiones que tomé siempre pensaron en lo que sería mejor para nuestro equipo».

Controversia

La controversia también rodeó al equipo de Portugal en Qatar, con Santos decidiendo dejar a su estrella Cristiano Ronaldo para el partido de octavos de final contra Suiza.

La decisión de Santos, que se produjo después de que Ronaldo mostrara una visible frustración por ser sustituido en el partido anterior contra Corea del Sur, fue reivindicada cuando el reemplazo Gonçalo Ramos anotó un hat trick en una victoria por 6-1.

Santos nuevamente comenzó con Ronaldo en el banquillo contra Marruecos antes de traerlo a principios de la segunda mitad cuando Portugal se estrelló inesperadamente. Después, Santos insistió en que no se arrepentía de su decisión.