Portugal vs. Grecia, final inesperada con sabor a revancha

Portugal vs. Grecia, final inesperada con sabor a revancha

LISBOA (AFP) – Portugal y Grecia juegan hoy domingo en el Estadio da Luz de Lisboa (2:45pm hora Dominicana) una final inesperada de la Eurocopa, en la que la selección local parte como favorita, pese a que perdió ante los disciplinados helenos en la primera fase, por lo que el partido es una revancha.

El duelo será dirigido por el alemán Markus Merk, lo que ha levantado suspicacias en Portugal debido a su relación de amistad con Otto Rehhagel, técnico germano de los helenos, del que es dentista.

El partido servirá además de despedida a Rui Costa, miembro de la generación de oro del fútbol portugués, que anunció este sábado que deja la selección tras la final del domingo, siempre que juegue, ya que pese a su contrastada calidad ha perdido el puesto en favor del brasileño naturalizado Deco.

Al centrocampista del AC Milan le podrían seguir Fernando Couto y Luis Figo, los otros dos supervivientes de la generación de oro, que fueron campeones del mundo juvenil en 1989, el primero, y 1991, el segundo, como Rui Costa.

Ambos equipos se midieron en el primer encuentro de la Eurocopa, dentro del Grupo A, con victoria helena por 2-1, lo que hizo sonar la alarma en la selección lusa, al perder en principio con uno de los rivales más flojos de la llave, aunque luego se demostraría lo contrario.

Luiz Felipe Scolari, el técnico brasileño de la selección lusa, pidió excusas tras aquel partido y Gilberto Madail, presidente de la federación, dejó a ir al estadio en los siguientes, al no soportar la presión.

Tras aquel encuentro, la prensa portuguesa coincidió en que su equipo no había podido soportar la presión y la ansiedad, los mismos fantasmas que había sufrido en el pasado y que habían impedido al país ganar ningún título, pese a la calidad contrastada de los futbolistas del Brasil europeo.

Nadie dio crédito tras esa victoria a Grecia, que demostró en los siguientes encuentros que la victoria ante Portugal se debió en buena parte a sus virtudes más que a los defectos de los lusos.

Tras aquel encuentro, Portugal se recuperó y tomó otra cara. Ganó sucesivamente a Rusia (2-0) y España (1-0) terminando primero de grupo, y después eliminó a Inglaterra (2-2 y penales), en cuartos de final, y Holanda (2-1) en semifinales.

Portugal ha salido fortalecido tras los últimos resultados, y nada parece ya poder parar a un equipo con grandes individualidades como Luis Figo y el joven Cristiano Ronaldo, y el bloque del Oporto: Nuno Valente y Ricardo Carvalho en la zaga, Maniche, Costinha y Deco.

Pero Portugal debe desconfiar de Grecia, un equipo anárquico antes de la llegada en 2001 del técnico alemán Otto Rehhagel, que se ha convertido en un cuadro disciplinado y organizado hasta límites insospechados.

Esa seriedad defensiva le hizo, además de ganar a Portugal y empatar con España en la primera fase (1-1), ganar sucesivamente en cuartos de final y semifinales a dos de los favoritos, Francia y República Checa, ambos por 1-0.

Para la final no podrá contar con el centrocampista del Inter, Giorgios Karagounis, pero su engrasada máquina «germana» no se basa en individualidades y es un emigma si los helenos notarán la ausencia del hombre que inició con su gol el camino para el triunfo contra Portugal en la primera fase.

Pase lo que pase, tanto Portugal como Grecia habrán superado las expectativas que se habían planteado al iniciarse la competición, obteniendo ambos los mejores resultados de su historia.

Portugal nunca había pasado de semifinales en un torneo mayor, después que caer en esa fase de la competición en el Mundial de 1966 y en las Eurocopas de 1984 y 2000.

Grecia, por su parte, nunca había ganado un partido en un torneo mayor antes de la Eurocopa-2004, tras haber participado en el Mundial de 1994 y en el campeonato continental de 1980.

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