LISBOA (AP).- Portugal, que nunca ganó nada grande, y Holanda, que nunca concretó su rico potencial, tendrán la oportunidad el miércoles de quedar en el umbral de un premio grande: la final de la Eurocopa.

Los dueños de casa, sin trofeos, y los holandeses, con una sola eurocopa (1988) y dos derrotas en finales de copas mundiales, chocarán en semifinales en el Estadio de la Luz de Lisboa.

Los dos fueron eliminados en semifinales de la eurocopa anterior del 2000 coorganizada por Holanda y Bélgica, y esta vez uno de ellos seguirá un paso adelante para arañar la gloria.

Los portugueses buscan ese primer título que inscriba su nombre en el fútbol grande. Los holandeses quieren dar vuelta esa historia de frustraciones que casi nunca les permitió concretar en trofeos su inagotable cantera de talentos individuales.

Tanto los verdirrojos como «la naranja mecánica» necesitan un triunfo para quedar al borde de lo que todos pretendían en el torneo y a lo que sólo pueden aspirar los cuatro que llegaron a semifinales.

En la otra semifinal, mañana jueves, la República Checa enfrentará a Grecia en Porto.

Portugal tuvo un debut desastroso cuando perdió con Grecia 2-1, pero a partir de allí se afianzó y empezó a dejar escollos en el camino. Después de dejar en el camino a España, su momento de gloria fue el triunfo sobre Inglaterra por penales en cuartos de final.

Holanda tuvo altibajos y alternó buenas y malas. Una delantera letal se vio debilitada por una defensa por momentos vacilantes. Algunos de sus pasajes más brillantes se dieron paradójicamente en la derrota ante la República Checa por 3-2, uno de los mejores partidos que se hayan visto nunca. Y en semifinales eliminó a Suecia por penales y quedó entre los cuatro aspirantes al título.

Los portugueses están a mitad de camino entre la confianza y la cautela.

«Confiamos en nuestras habilidades», afirmó Deco, nacido en Brasil. «Creemos poder ganarle a Holanda».

Pero Roberto Beto recomienda prudencia. «Debemos ser cautelosos. Será extremadamente difícil. Hemos mejorado con cada partido y tenemos más confianza que nunca. Pero no tenemos que dejarnos llevar por una confianza excesiva y concentrarnos en este partido y no en la final».

Holanda, por su parte, es más optimista que nunca.

El técnico Dick Advocaat dijo que los jugadores se conformarán sólo con la victoria alentados por el hecho de que «sólo basta ganar un partido para llegar a la final».

Mientras tanto los portugueses, más bien callados en contraste con los otros pueblos latinos, sufren en silencio.

«Estoy bien, pero estaré mejor cuando gane Portugal: Sestoy en una angustia permanente!», dijo Diana Sousa, una joven dibujante que vino a Lisboa desde Bobadela, cerca de Coimbra, para ver al equipo de sus amores.