Por mucho tiempo, la receptoría fue una posición a la cual no se le exigía gran cosa en el aspecto ofensivo.

Todo el mundo entendía que el esfuerzo defensivo que se realiza, además del trabajo de manejar a los lanzadores equilibraba la falta de un tórrido bateo aunque con sus ligeras excepciones.

Sin embargo, desde hace unos años, los receptores han demostrado que pueden batear tanto como cualquier otro jugador de posición… y hasta mucho más.

Es el caso de Jorge Posada, de los Yanquis de Nueva York, quien estadísticamente puede considerarse como el mejor receptor ofensivo de todas las Grandes Ligas.

Y es que Posada combina la capacidad de batear para promedio, y sumar los jonrones y empujadas que ayuden a su equipo a dar la batalla, tal y como han hecho los pupilos de George Steinbrenner en la última década, en la que Posada ha mostrado su talento.

El año pasado, el jugador de la posición número dos de los campeones de la Liga Americana tuvo un average de .280 con 30 cuadrangulares y 101 empujadas, manteniéndose en acción por 142 partidos.

Como Posada, hay otro receptor que se destaca impresionantemente en el plano del bateo y a quien, como se dice en buen dominicano, hay que sacarle su comida aparte.

Nos referimos a Javier López, el nuevo catcher de los Orioles de Baltimore después de haber pasado su carrera completa con los Bravos de Atlanta.

López tuvo la mejor temporada de su historia al batear para .328 e imponer una marca personal en jonrones con 43 y empujó 109 carreras en su último año vistiendo la franela de Atlanta.

Sus números superaron con creces los de Posada, pero hay que tomar en consideración que este fue un año, y todavía hay que darle valor a lo realizado en el pasado por el boricua/cubano de los Yanquis.

Otro que sigue en la lista y que siempre ha sido un hombre confiable con el bate es Iván Rodríguez, ahora receptor de los Tigres de Detroit después de haber ganado una corona con los Marlins de La Florida.

Iván es el catcher más completo de las mayores, por la combinación de su defensa y su ofensiva, además del gran manejo de los lanzadores. Pero como nos referimos exclusivamente al plano ofensivo, por eso ocupa el tercer lugar.

Rodríguez registró un paquete ofensivo que incluyó .297 en promedio de bateo, 16 cuadrangulares y 85 empujadas, cifras bastante redondas y confiables.

Las lesiones se comieron vivo al que sigue en la lista y es posible que ni siquiera se mantenga como catcher por mucho tiempo, pero Mike Piazza merece su crédito como uno de los más grandes receptores ofensivos de todos los tiempos.

Piazza, de hecho, revolucionó el pensar de que los hombres detrás del plato no tenían que batear.

Aunque bateó .286 con 11 jonrones y 34 empujadas, eso lo hizo en apenas 68 partidos de acción. Si se mantiene sano en el 2004, superará con creces esas estadísticas.

No se puede dejar fuera del listado a Jason Varitek, de los Medias Rojas de Boston, un hombre que ha demostrado que puede aportar.

Varitek es un bateador promedio, con poder regular y una buena capacidad para empujar carreras.

En el 2003, registró .273 con 25 vuelacercas y 85 impulsadas, colocándose como uno de los más productivos en su posición.

Asimismo vale destacar a Jason Kendall, de los Piratas de Pittsburgh, otro de los más buscados por su bate en la receptoría.