Hoy 
En la pasada Gran Cena Anual del Exportador en su discurso del Sr. Kai Schoenhals, presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores ADOEXPO , puntualizaba algunos aspectos que considero cruciales para el futuro del país. En primer lugar, quiero destacar su llamado de atención sobre el potencial del sector exportador como catalizador de una fuerza de desarrollo extraordinaria y recordó que el gran desarrollo de algunos países ha descansado, precisamente, en su plataforma exportadora.
Sin embargo, un señalamiento estratégico fue su reseña sobre la estructura del destino de nuestras exportaciones las cuales han venido mostrando, históricamente, una excesiva concentración en el mercado norteamericano. Schoenhals hizo un llamado a la diversificación del mercado exportador por su destino y recomendaba que el mercado estadounidense debiera representar un 25% del mismo. En 2009 fue un 62 %.
En un artículo que publiqué el 5 de febrero del 2007 y que titulé Torticolis Norteña Crónica advertía que el dominio de un mercado en el comercio exterior de un país no era saludable y que siempre reflejaba una pérdida de oportunidades. Obviamente, advertía también, en ese momento, que la vía no era, lógicamente, reducir nuestra presencia en ese mercado sino por el contrario, acrecentarla siempre pero haciendo una gestión de promoción en otros que nos permitiera diversificarnos siendo así menos dependientes del mercado estadounidense pero como resultado de incrementar sustancialmente nuestra inserción en otros mercados. El presidente de ADOEXPO proponía, certeramente, una estructura por destino de las exportaciones basado en un 25% para EE. UU.; otro 25% para Haití, CARICOM, América Central yo incluiría a Cuba -, o sea, el resto de nuestro mercado natural; otro 25% para México y Sudamérica y el último 25% para Europa. Hoy es un 62% para EE. UU.; un 14% para Haití y otro 14% para Europa, quedando tan solo un 10% con el resto del mundo.
Las previsiones apuntan a que para el 2011 las exportaciones nacionales podrían estar remontando los 4 mil millones de dólares, por primera vez en la historia, lo cual sería extraordinario. Sin embargo, ello sería resultado, en gran medida, del inicio de las exportaciones de la Barrick Gold y la reactivación de la Falconbridge. Ciertamente, parecería que en el país se habría empezado a actuar en la dirección correcta con una recuperación de un sector de lo que fue la industria azucarera, el crecimiento sostenido de las exportaciones no tradicionales con una gran pujanza de los invernaderos y del Consorcio Minero Dominicano.
Hay que reconocer que tanto ADOEXPO, como el CEI RD, y en buena medida la JAD, están involucrados en una gran gestión de promoción de las exportaciones. El camino del éxito en ese esfuerzo pasa ineludiblemente por la diversificación de las exportaciones y de su destino.
