Los dictadores del mundo están irritados porque China ni hace ni dice lo que ellos quieren que haga y diga. Reclaman que China no sea neutral y, ciertamente, no lo es; ha hablado, pero no coincide con los objetivos occidentales.

Ha dicho claramente lo que corresponde con su tradición histórica, en la que no hay, dígase de paso, tradición intervencionista ni guerrerista y, por el contrario, una política permanente de promoción de la paz.

Una de las naciones objetivamente más pacifistas del mundo pero que no acepta ni humillaciones ni atentados contra su integridad. ¿Recuerdan su participación en una guerra?

Ha sido explícita: defensa del derecho internacional y la Carta de la ONU, reclama cese de la invasión y cese al fuego, pero también garantías de una “seguridad común, integral, cooperativa y sostenible”, importantes objetivos antes del conflicto.

Se opone a la guerra como recurso y sostiene que todos deben apoyar negociaciones de paz lo que comprende que EEUU y la OTAN negocien con Rusia y dar garantías de seguridad tanto a Rusia como a Ucrania. Quienes propiciaron la guerra tienen la obligación moral de pararla y liberar a Ucrania de la carnicería a la que la arrojaron. Como reza un proverbio chino: “quien ató el cascabel al tigre debe quitárselo”.

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China plantea seis propuestas ante la crisis humanitaria en Ucrania: (i), acciones humanitarias deben basarse en neutralidad y no politizarse; (ii), prestar atención integral a los desplazados ucranianos, (iii), proteger civiles y evitar desastres humanitarios secundarios; (iv), garantizar acceso humanitario seguro y sin obstáculos; (v), dar seguridad a extranjeros en Ucrania y facilitarles la salida, y (vi), apoyar la ONU en su trabajo humanitario en Ucrania.

China tiene muchas más cosas que decir, por lo que exige que EEUU aclare transparentemente sobre los laboratorios bacteriológicos que mantiene en Ucrania y aclare los trabajos que se realizan en ellos. Fue la subsecretaria de Estado la que informó al Congreso la existencia de esos laboratorios, están obligados a despejar dudas y preocupaciones.

Con relación a la “santidad” e “impecable” OTAN, Beijing recuerda cómo brutalmente bombardeó Serbia en 1999 ocasionando la muerte de miles de civiles sin que hasta ahora se haya excusado. También les recuerda que, por “error”, bombardearon la embajada china en Belgrado ocasionado tres muertes.

¿Preocupados porque decían que China no se pronunciaba?; bien, comprobado, no es muda; habló claro y fuerte; ahora respóndanle, no se hagan pasar por sordos y ciegos y tampoco mudos coyunturales.