El debate sobre la necesidad de elevar a un 4% del PIB la inversión para educación continúa. La reunión de ayer del Consejo Económico y Social, encabezada por el Presidente Leonel Fernández y a la que se invitó a la Coalición Educación Digna, no llegó a acuerdos, pues los que promueven el 4% rechazaron la propuesta del Gobierno, de aumentar 5,400 millones a Educación a través de un presupuesto suplementario.

La resistencia oficial a acceder a la demanda sigue afianzada en la falta de fuentes para financiar el aumento del presupuesto 2011 por encima de su monto actual. No ha cedido a redistribuir las partidas para lograr que la asignación a educación llegue a un 4% del PIB, y mucho menos a recortar el gasto público para los mismos fines.

El Gobierno no parece medir la dimensión y heterogeneidad del consenso social que está promoviendo el reclamo de que a partir de 2011 se empiece a respetar el mandato de la Ley de Educación, en la que está consignada la proporción del PIB que debe destinarse a la educación. Tampoco parece valorar las recomendaciones que en ese sentido han hecho  organismos internacionales y  una comisión, encabezada por el experto Jacques Attali y designada  por el  Gobierno para apuntalar la Estrategia Nacional de Desarrollo. Nota contradictoria  en un régimen que dice esforzarse por construir la sociedad del conocimiento.

Reconstrucción en el papel

En poco tiempo se cumplirá el primer aniversario del terremoto que destruyó Puerto Príncipe, mató cientos de miles de personas y dejó aproximadamente un millón a la intemperie, sin servicios básicos, hacinados  y ahora acosados por una epidemia de cólera. A raíz  de esta catástrofe, la comunidad internacional se comprometió a ayudar al pueblo haitiano a levantarse de las ruinas para lo cual  calculó un fondo de  miles de millones de dólares e hizo el compromiso de ayudar al pueblo haitiano  a organizarse como Estado.

La reconstrucción ha quedado en el papel. El  representante del Caricom en la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití, Percival J. Patterson, criticó esa falta de  resultados tangibles y la burocracia que lo domina todo. Mientras, en Haití el conteo de muertos por cólera sigue en alza, alimentado más que todo por la falta de los servicios sanitarios básicos incluidos en esa reconstrucción que ha quedado en el papel.