WASHINGTON — La pronunciada turbulencia en los mercados que esta semana causó un desplome y luego una leve recuperación de los índices bursátiles continuará en el futuro previsible a menos que haya positivos reportes de empresas y sólidos indicadores económicos, coinciden expertos.
Los altos rendimientos de los bonos, los temores de un aumento de las tasas de interés y las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos provocaron una caída de 1.300 puntos del promedio industrial Dow Jones entre miércoles y jueves.
Aunque el Dow recuperó casi 300 de esos puntos el viernes, los expertos calculan que se mantienen las inquietudes de los inversionistas, pero dijeron que los mercados podrían calmarse si surgen nuevas pruebas de que la economía va por buen camino y si las empresas exhiben ganancias robustas.
“La pregunta que todos se hacen es ‘¿están bajando los indicadores económicos fundamentales, o no?’”, dijo David Kelly, estratega de JPMorgan Funds. “A menos que lleguen más malas noticias, la volatilidad eventualmente se disipará y las acciones subirán”.
La publicación de reportes de empresas que cotizan en bolsa del tercer trimestre comenzará en las próximas semanas y mostrará si las ganancias están manteniéndose a pesar de los vaivenes bursátiles. Las proyecciones hasta ahora son que las ganancias aumentarán casi 20% con respecto al año anterior, una cifra positiva aunque levemente inferior a las de los dos períodos anteriores.
Sin embargo, esas proyecciones podrían resultar inexactas: 74 compañías en el índice Standard & Poor’s 500 ya han avisado que sus ingresos serán menores a los proyectados por los analistas. Esa cantidad de compañías es mayor al promedio de las que emiten semejantes advertencias.
“Hay que mantener en mente que los analistas han fijado metas altísimas para la temporada de reportes corporativos”, opinó en un boletín informativo David Rosenberg, economista de Gluskin Sheff.
Aparte de esas cifras, los inversionistas estarán atentos a cómo las compañías reaccionan ante la pugna comercial entre China y Estados Unidos, el alza de las tasas de interés y otros desafíos económicos. El prospecto de amenazas futuras podría inquietar a los inversionistas y contrarrestar cualquier optimismo derivado de las cifras corporativas más recientes.
El conflicto comercial “será un tema de gran importancia”, vaticinó David Joy, estratega de Ameriprise.
Ello se debe a que todavía no se sabe cuál será el impacto a largo plazo de los aranceles. ¿Comenzarán las compañías multinacionales estadounidenses _como Caterpillar, Apple y GM_ a salirse de China? ¿Comenzarán a aumentar sus precios para compensar por el pago de los aranceles?
“La interrupción de las rutas internacionales de suministro es un fenómeno inflacionario”, acotó Rosenberg.
Esas inquietudes van en alza debido a los pronósticos de que la pelea del gobierno actual estadounidense con China continuará por el futuro previsible. Muchos empresarios y ejecutivos de compañías creían antes que los aranceles solo buscaban concesiones a corto plazo.