La jueza del Séptimo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional pospuso el conocimiento de anticipo de pruebas que tenía pautado hoy para establecer si se puede iniciar un juicio penal contra el exnuncio Josef Wesolowski por pederastia.

Las pruebas consisten en la entrevista de dos menores presuntamente obligados a ejercer favores sexuales por paga al ex nuncio apostólico Wesolowski.

La magistrada Kenya Romero tomó la decisión a los fines de que se conozca el recurso de apelación interpuesto por el defensor público designado en el caso.

Se recuerda que el pasado 26 de agosto el Ministerio Público anunció que se encuentra en el proceso de solicitud de información para iniciar los trámites de extradición en contra del exnuncio, acusado de pederastia durante su estancia en este país.

El Vaticano había confirmado un día antes que Wesolowski, quien fue nuncio apostólico en República Dominicana entre 2008 y 2013, será juzgado después de que le quitaran la inmunidad diplomática de la que gozaba hasta el momento.

La audiencia, informaron hoy fuentes judiciales, es consecuencia de una solicitud formulada por la fiscalía del Distrito Nacional para que se de luz verde al interrogatorio a testigos y presuntas víctimas del caso.

Una posibilidad. Recientemente, el procurador general dominicano, Francisco Domínguez Brito, dijo que el retiro de la inmunidad diplomática al exnuncio abre la posibilidad de su extradición.

No obstante, el abogado defensor local del exnuncio, Rodolfo Valentín, dijo entonces que es una “quimera” pensar en la posible extradición debido a que no existe un acuerdo para esos fines entre la República Dominicana y Policía, país de origen del exrepresentante del Vaticano en la nación.

“Sería fallido el intento de tratar de traer por esa vía a ese ciudadano, ser juzgado aquí (República Dominicana) es una quimera del Estado dominicano de ver lo que hace o puede hacer en relación con ese ciudadano”, subrayó.

El Vaticano destituyó a Wesolowski de su cargo a finales de agosto del año pasado y abrió una investigación, después de que el arzobispo de Santo Domingo, el cardenal Nicolás López Rodríguez, informara al papa Francisco de las acusaciones que recaían sobre el nuncio.