SANTIAGO DE CHILE (AP).- La Corte Suprema postergó el miércoles una decisión sobre el recurso interpuesto por la defensa del ex dictador Augusto Pinochet para evitar su procesamiento y detención domiciliaria en un proceso por violaciones a los derechos humanos.

   Los cinco magistrados de la sala penal del máximo tribunal deliberaron durante una hora, luego de escuchar por tres horas los alegatos de los abogados acusadores y defensores de Pinochet. Y anunciaron luego que el fallo quedó pendiente, probablemente hasta el jueves.

   Mientras la Corte Suprema resolvía su situación judicial, el anciano ex dictador abandonaba el Hospital Militar tras ser dado de alta luego de un accidente vascular que sufrió el sábado.

   Pinochet, de 89 años, abandonó el recinto castrense sin ser visto por la prensa y su hija Lucía dijo que no se sabía si quedaría con alguna secuela.

   Un escueto comunicado del Hospital Militar señaló que el ex jefe militar fue dado de alta «atendida la satisfactoria evolución»» de su estado de salud, pero que era trasladado a su domicilio «para continuar en ese lugar su tratamiento y rehabilitación»».

   Los detractores de Pinochet habían puesto en duda la gravedad del ex gobernante, quien gobernó Chile entre 1973 y 1990. Sus dudas apuntaban a la coincidencia de su hospitalización con la decisión de los tribunales sobre su situación procesal, tal como ha ocurrido desde que hace cuatro años ha debido enfrentar la acción judicial.

   Durante los alegatos por el recurso de amparo el abogado Pablo Rodríguez, cabeza del equipo jurídico que defiende a Pinochet, apeló nuevamente al estado de salud deteriorado de su defendido para pedir el sobreseimiento.

   Rodríguez hizo lo mismo el 2002 cuando Pinochet salvó de otro procesamiento por 75 homicidios y secuestros de la llamada Caravana de la Muerte en 1973 y fue declarado inimputable por la demencia subcortical moderada que padece.

   La Caravana de la Muerte estaba integrada por militares que recorrieron el país en helicópteros en octubre de 1973, ejecutando sumariamente a prisioneros políticos, de acuerdo con informes oficiales.

   Rodríguez invocó el miércoles el derecho a la vida de Pinochet y dijo que de ser procesado se puede esperar un desenlace fatal de su casi nonagenario defendido.

   Rodríguez dijo también que «no hay una sola presunción de participación del general Pinochet en los delitos que se le imputan»».

   El abogado Eduardo Contreras, uno de los siete acusadores, alegó en cambio que no se puede invocar su estado de salud porque «Pinochet no está insano mentalmente, como se ha vuelto a demostrar hoy día»» y que el recurso de amparo no es la vía para apelar de la resolución judicial.

   Aludió también al criminal de guerra nazi Rudolf Hees, quien murió en prisión y a quien no se le consideró su estado mental para liberarlo.

   El juez Juan Guzmán, el mismo que lo procesó el 2001 por la Caravana de la Muerte, encausó hace nueve días a Pinochet como responsable de un homicidio y el secuestro de nueve personas en el marco de la Operación Cóndor, el plan represivo de las dictaduras sudamericanas a partir del año 75.

   La resolución de la Corte Suprema repercutirá en otras dos causas judiciales que enfrenta Pinochet. Una es por el homicidio en Argentina del exiliado ex jefe del ejército, general Carlos Prats, y la otra es la investigación por presunta corrupción debido a las millonarias cuentas secretas que se le descubrieron en Estados Unidos.