Un tribunal boliviano excluyó temporalmente al militar retirado que capturó al legendario guerrillero Ernesto «Che» Guevara de un juicio por un supuesto alzamiento armado contra el presidente Evo Morales.
El general retirado Gary Prado, de 77 años y que se moviliza en silla de ruedas, ya no compareceré en las audiencias finales del juicio hasta que sane de los abscesos que se le formaron en el cuerpo pero podrá ser juzgado posteriormente, decidió el juez Sixto Fernández.
«Se hizo un acto de justicia», declaró el miércoles Gary Prado Arauz, el hijo del militar. Las comparecencias de su padre en silla de ruedas agravaron las heridas, agregó.
El Ministerio de Gobierno señaló en un comunicado que la «separación» de Prado «no es un sobreseimiento» y que el proceso continuará.
Incluso algunos líderes del partido de gobierno, el Movimiento al Socialismo, habían pedido un indulto para Prado quien era un oficial joven cuando al mando de una patrulla militar capturó en octubre de 1967 al «Che» en una región selvática del sudeste de Bolivia. El guerrillero fue ejecutado al día siguiente por otros militares bolivianos.
Prado fue acusado por el gobierno de alzamiento armado y terrorismo después que fracasara una rebelión liderada por opositores a Morales en 2008, que según el mandatario buscó derrocarlo.
Una treintena de líderes de la revuelta afrontan un juicio que ha dado muchos giros y no ha llegado a una sentencia en siete años. Los opositores dicen que el gobierno presionó a la justicia para descabezar a la oposición. Tres supuestos mercenarios extranjeros murieron a manos de la policía durante los hechos.