Posturas innobles

Posturas innobles

La vida nuestra discurre en el marco de una fatal vocación por el ditirambo que, desde la misma fundación del Estado, se encarga de reducir hasta la insignificancia al grupo de gente que siente como legítimo el conseguir la gracia del poder, dándolo todo, hasta perder el decoro. Así, terminan hecho añicos. Aunque reconozco que la lucha política es el escenario por excelencia para poner de manifiesto el lado aberrante de la condición humana.
Con honrosas excepciones, la tiranía trituró por tres décadas una parte importante del decoro. Cómo explicar la construcción de una disidencia maquillada desde el Partido Laborista Nacional que se “orientaba por un cerebro amueblado y culto”. Era necesario que un singular intelectual, posteriormente calificado de poeta nacional, hiciera de su poema, Un cuento para Angelita, el acto de servilismo creativo aberrante. No entendía Leoncio Ramos que su hoja de vida se disminuiría para siempre al aparecer firmando en 1936 una solicitud al Comité del Parlamento Noruego para galardonar a Trujillo con el Nobel de la Paz.
Es innegable que la eternización de los modelos de genuflexión asociados al sentido del éxito necesitaron de una fundamentación teórica. Es decir, la razón de ser que valida y estimula esos comportamientos. Y en el país hemos sido ultra-productivos. Dos trabajos intelectuales de especial importancia nos ayudan al entendimiento de esa fatalidad, escritos por Diógenes Céspedes y José Cordero Michel. Imagínense que durante la tiranía trujillista se celebraron 400 misas en honor al jefe, 2,500 conferencias de validación del gobierno, sobre 700 desfiles de apoyo al régimen y 300 retiros espirituales a la salud del mandatario. Ahora que el proceso de vinculación entre el aparato oficial y la comunicación deja poco espacio al ejercicio comunicacional independiente, y que en la sociedad se conoce como bocinas, es bueno recordar que exponentes de las plumas de alquiler recaudaban mucho dinero de las arcas públicas promoviendo las “virtudes y atributos”. Por eso, los Salvador Lacayo, John White, Osorio Lizarazo y Gastón Baquero eran “líderes” de opinión. Es el carácter circular de la historia… nos estamos repitiendo!
Ahora que en el país se cuestionan aspectos importantes del ejercicio presidencial, resulta fundamental recordar todo el memorial de posturas innobles de gente que mal cree que los pueblos toleran todo. Y no es así. La administración peledeísta tiene todo el derecho de cooptar comunicadores, intelectuales y dirigentes políticos en la defensa de su causa. No obstante, podría convertirse en un acto incriminatorio la defensa de gente altamente desacreditada que, agravaría con su presencia en todos los medios, los alegatos que caracterizan el actual debate público.
Pretendo mantener el hilo argumental. Por eso, en el memorial de aberraciones que caracterizan la vida partidaria, el sábado 24 de junio, el presidente del PRD pagó en importantes medios un comunicado de lealtad al gobierno y cuestionamiento a un grupo de intelectuales. La acción tiene tres intenciones que, no necesariamente, pueden ser descifradas debido al carácter politiquero y de lambisconería.
Lo que no se ve!

1. Miguel Vargas necesita exhibirse como defensor de la gestión porque los próximos desafíos institucionales como TSE y SCJ pretende reproducir su “cuota”.
2. En el proceso del barrio de Los Tres Brazos una investigación responsable establecería los vínculos ocultos de la operación. Y sabe quién podría salvarlo.
3. Es pública la concertación de voluntades alrededor de provocar una abrumadora mayoría para su desplazamiento del control partidario.

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