Potencias asiáticas toman nota de Fukushima, pero siguen sus planes nucleares

Potencias asiáticas toman nota de Fukushima, pero siguen sus planes nucleares

Redacción Internacional, (EFE).- Los gobiernos de los principales países de Asia aseguran haber tomado nota del escape de radiactividad de la central nuclear japonesa de Fukushima, pero mantienen sus planes atómicos para las próximas décadas a fin de responder a la creciente demanda de energía.

China, el gigante asiático cuenta en la actualidad con 13 reactores nucleares, mientras que las dos potencias atómicas -la India y Pakistán- disponen de 20 reactores civiles la primera y dos reactores el segundo.

También, Filipinas, Indonesia, Tailandia y Malasia comenzaron hace unos cinco años sus proyectos para dar el salto a la energía nuclear en un intento de reducir su dependencia del petróleo, gas natural y carbón. No obstante, a estos países les preocupan el terrorismo islamista, los desastres naturales y la necesidad de invertir lo suficiente en medios para procesar los residuos del combustible.

 En China, el viceministro de Protección Medioambiental, Zhang Lijun, manifestó que tras el terremoto y posterior tsunami de Japón «aprendimos lecciones», pero China no cambiará sus planes de desarrollo de la energía nuclear incluidas la construcción de plantas en zonas costeras.

 China cuenta actualmente con 13 reactores nucleares en funcionamiento y más de 20 en construcción, mientras que según la Asociación de Energía Nuclear de China se construirán más de 60 para el año 2020 con tecnología de tercera generación. Los objetivos del gobierno chino son tener más de 200 centrales para el año 2030.

En el próximo lustro, China planea lanzar proyectos de energía nuclear que puedan llegar a generar de forma combinada 40 millones de kilovatios. Además, prevé superar a EEUU como el mayor consumidor mundial de uranio antes del 2030 por el aumento de sus importaciones para su creciente industria nuclear.

 La India y Pakistán, dos países que poseen el arma atómica pero rehúsan sumarse al Tratado de No Proliferación Nuclear, han apostado por lo nuclear para superar sus déficit de energía civil. A raíz del terremoto de Japón, el Gobierno indio ordenó revisar los sistemas de seguridad en sus plantas nucleares para comprobar que resisten la catástrofes.

La India cuenta con 20 reactores repartidos en seis centrales, con una capacidad de 4.780 megavatios, y está construyendo otras cinco unidades y planea otras ocho, una de ellas, Jaitapur, en una zona de actividad sísmica.

Aunque el primer ministro, Manmohan Singh, aseguró ayer en el Parlamento que los reactores superaron con éxito hace poco tiempo una auditoría, la crisis de Fukushima ha comenzado a alimentar en la prensa del país un debate sobre la seguridad atómica.

«La India no está preparada para la planificada expansión masiva de su programa nuclear y no puede asegurar al cien por cien la seguridad», alertó hoy a Efe la encargada de asuntos nucleares de Greenpeace en el país, Karuna Raina. En Pakistán, el gobierno no ha emitido ninguna reacción sobre la seguridad de sus instalaciones nucleares tras lo acaecido en Japón.

Este país cuenta desde hace décadas con una planta con un pequeño reactor de construcción canadiense en Karachi y desde la década de 1990 con otra de fabricación china en la localidad punyabi de Chashma, donde se prevé completar este año un segundo reactor.

Los dos reactores civiles en funcionamiento generan una energía de 425 megavatios. En Tailandia, el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, ha dado instrucciones al Ministerio de Energía de revisar a fondo el plan de construir las cinco centrales que había propuesto, la primera de 1.000 megavatios y cuya puesta en funcionamiento estaba prevista para 2020.

En Filipinas, país en el que en 1973 comenzó la construcción de la inacabada planta nuclear de Batan, el grupo de congresistas que abogaba por reanudar las obras ha solicitado al Congreso que de carpetazo al asunto una vez visto lo ocurrido en Fukushima.

En Malasia, el ministro de Energía, Peter Chin Fah Kui, dijo que ahora es necesario investigar en profundidad si el país es desde el punto de vista sísmico un lugar adecuado para las centrales nucleares.

El gobierno malasio anunció en diciembre del año pasado que proyectaba construir dos centrales de 1.000 megavatios cada una y que la primera comenzaría a funcionar en 2021. Indonesia, un país de frecuentes terremotos y erupciones volcánicas, persiste con su plan de construir cuatro centrales nucleares antes de 2025, para responder a la creciente demanda eléctrica.

La Agencia Indonesia de Energía Nuclear, que gestiona tres pequeños reactores nucleares destinados a la investigación, tiene previsto que la planta Muria comience a funcionar en 2016.

Vietnam proyecta comenzar en 2014 la construcción de su primera planta nuclear en la provincia sureña de Ninh Thuan, a lo que seguirá una segunda en la misma área con la finalidad de en que conjunto suministren 4.000 megavatios.

El Gobierno vietnamita aprobó a finales de año pasado un plan que persigue tener 14 plantas antes de 2030. Únicamente Singapur, debido a su escasa extensión de 700 kilómetros cuadrados, contempla las distintas de una central nuclear flotante, un proyecto conjunto con la vecina Malasia e incluso alquilar una isla a Indonesia. EFE

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