Daniel Pou Suazo, politólogo y especialista en políticas públicas de seguridad ciudadana, afirmó que la violencia sistémica cobra el 65 por ciento de los homicidios que se producen en la República Dominicana y la violencia criminal es la responsable del 30 por ciento de las muertes que ocurren en el país.
Empero, analizó que la violencia criminal es la que tiene mayor impacto a nivel de los medios de comunicación, por ser la que enfrenta a dos desconocidos, como son los atracos en residencia.
Consideró que ha fracasado la política de Estado para prevenir la violencia en todos los gobiernos y no se resuelve con policías en las calles.
Expresó que existe violencia delictiva y violencia sistémica-social. “La violencia sistémica y social es aquella que deriva, no de la acción delictiva per se. Proviene de sectores con el interés de tratar de resolver situaciones que se encuentran en incapacidad de resolver por la vía del diálogo”, entre los que citó las disputas entre familiares y vecinos.
La violencia criminal la describe como la que procura un beneficio más allá del uso de la fuerza.
Precisó que la violencia sistémica es la culpable de los accidentes de tránsito, el linchamiento, la venganza, donde existe un conflicto previo. “La violencia sistémica de carácter social es la que más rango ocupa en la composición de los homicidios, pero no se puede mitigar con policías ni con marcha. El feminicidio es violencia sistémica, porque responde a un factor cultural”.
Manifestó que la violencia social responde a múltiples causas, sobre todo, de cultura, de educación, proclividad a violencia. Estima que lleva años crear programas inteligentes para desmontar esa cultura e ir desarrollándolos.
Ve un factor social preponderante en la violencia criminal, como la exclusión social, la falta de oportunidades. Pero lo que a su juicio detona la violencia criminal son las actividades ilícitas, como el narcotráfico, el robo, la estafa.
Pou Suazo sostuvo que los gobiernos no han hecho prácticamente nada por desmontar la violencia sistémica, porque intentan resolver un problema social a través de la persecución y la coerción.