El Departamento de Salud de Puerto Rico anunció ayer que contabilizará las muertes sospechosas por COVID-19 como fallecidos por coronavirus, aunque no se verifique en análisis de laboratorio que sea la causa del deceso.
El secretario del Departamento de Salud, Lorenzo González, detalló que se implementará un nuevo sistema de clasificación de muertes por COVID-19.
En ese sistema, los fallecimientos de personas sospechosas a causa del virus y cuyos cuadros clínicos sean compatibles al de una persona positiva, y certificado así por un médico, serán clasificados como una muerte por coronavirus.
Un comunicado indica que este nuevo sistema de vigilancia integra las nuevas guías para recuentos provisionales de decesos por enfermedad por COVID-19 establecidos por los Centros para Control y Prevención de Enfermedades EEUU.
Dichas guías, que han sido adoptadas por el Registro Demográfico, establecen que si las características compatibles con COVID-19 son certificadas por un médico no será necesario esperar por los resultados del laboratorio y podrá ser clasificada como una muerte de un caso positivo. En estas circunstancias, el médico procederá a identificarla de esta manera y así constará en su acta de defunción.