San Juan. EFE. Más de un centenar de casos de chikungunya han sido confirmados en Puerto Rico desde que se detectó la presencia de este virus en la isla, aunque, a falta de una doble comprobación, se teme que esa cifra ascienda a más de trescientos.
Preocupa particularmente en la isla caribeña que el 90 % de todos estos casos se han registrado en torno al caño Martín Peña, un área deprimida de San Juan en la que se acumulan vertederos clandestinos a lo largo de un cuerpo de agua, el hábitat perfecto para los mosquitos que propagan el chikunguña y el dengue.
Por ello, las autoridades locales fumigaron ayer la zona y visitaron casa por casa del llamado Barrio Obrero, el más afectado, con el objetivo de prevenir la formación de criaderos de mosquitos y evitar picaduras entre la población.
Según la epidemióloga Brenda Rivera, que participó en la campaña, las prioridades son recoger escombros, porque “es donde se aposenta el agua y sirve de potenciales criaderos de mosquitos». Además, se están llevando a cabo campañas de educación entre la población de este barrio para concienciar a la gente de la importancia de evitar el agua estancada, de protegerse con repelente y con ropa de manga larga, de cubrir a los niños. “Hay que evitar a toda costa que una persona con síntomas de dengue o chikunguña sea picada por un mosquito, porque luego éste puede picar a otros familiares y vecinos y propagar así el virus”, explicó la epidemióloga.
Alerta en Costa Rica.- Por otro lado, el Ministerio de Salud de Costa Rica alertó ayer a la población sobre la posible entrada de una epidemia de chikungunya, después de que se reportaran en el país siete casos “sospechosos” y cuatro “probables”, aunque solo dos son “autóctonos» y los demás “importados». Las autoridades reportan siete casos sospechosos que están pendientes del resultado de las muestras.