POR J. MARIA RAMIREZ
Especialistas en hematología y cirugía cardiovascular realizaron el primer implante de células madres en el corazón que se practica en el país, mediante la técnica de la intervención, a un paciente de 54 años que estaba a punto de morir.

El procedimiento se efectuó en la clínica Corazones Unidos, en la capital, y hoy martes se espera que el paciente sea sacado de la sala de cuidados intensivos para ingresarlo a otra de recuperación, debido al éxito obtenido y a su pronto restablecimiento.

Ernesto Hinojosa, de 54 años, fue intervenido en el centro médico que dirige el doctor Luis Cuello Mainardi, por los hematólogos María Benzo y Eduardo Grullón, así como por un equipo de cirujanos cardivasculares que encabezó Reynaldo Vargas.

El doctor Vargas explicó que la técnica utilizada fue la extracción de células de la médula ósea y a través de un citómetro de flujo se separaron las células CD34, que fueron las que se implantaron en el corazón de Hinojosa, quien fue llevado a la clínica en estado grave.

Señaló que debido a las condiciones del paciente, hubo que realizarle una revascularización miocárdica con cuatro by pass, ya que había sufrido infartos extensos años atrás, por lo que ya tenía insuficiencia cardíaca crónica, con fracción de eyección de 21%, que lo inhabilitaba para ejercer el más mínimo esfuerzo.

Resaltó que si solamente se colocan las células en el miocardio, en el músculo cardíaco, sin by pass, estas no ejercen la función.

«Es como que usted tenga un niño que va a crecer, pero si no le da comida no crece. No es que solamente producirán células nuevas, es que también producirán arterias nuevas. Por eso hablo de angiogénisis, es decir, de origen de nuevos vasos», explicó el especialista en cirugía cardiovascular.

Dijo que las células se sacan de la médula ósea, se estimulan con inyecciones especiales, luego sacan la médula ósea de una parte de los huesos, se separan y se implantan en el corazón.

El procedimiento de extracción de médula ósea y obtención de las células implantadas fue realizado por los especialistas Benzo y Grullón.

En definitiva, explicó Vargas, se trata de un procedimiento multidisciplinario y complejo que comprende tres pasos: extracción del material y reparación celular, realizado por los hematólogos en el laboratorio de Biología Celular, y finalmente, el implante  de las células en el músculo cardíaco por parte del cirujano cardivascular en el quirófano.

Según Vargas, mediante la técnica señalada se puede recuperar hasta un 60% de la función cardíaca perdida, por lo que resulta atractiva y representa al mismo tiempo, un gran paso innovador en el país.

Sostuvo que con esta técnica, la República Dominicana se sitúa entre las líneas estratégicas de investigación mundial, al tiempo que representa una nueva alternativa para pacientes condenados a morir si no reciben el implante cardíaco.

SIN RIESGO

El doctor Vargas aclaró que «el riesgo a que está expuesto el paciente no es del implante de la célula en el corazón. En todo caso es de la cirugía, pero más que la cirugía, de la enfermedad».

Sostuvo que cuando se decide un procedimiento  como éste es porque el paciente está en un proceso terminal, de muerte inminente y no duraría nueve meses con vida.

Precisó que en otros países mucho más desarrollados, estos enfermos califican para trasplantes cardíacos. Explicó que la particularidad de las células es que cuando se inyectan al corazón se transforman en fibras musculares cardíacas, sustituyen las que han muerto y ellas comienzan a ejercer su función.

«Eso es lo hermoso y lo bueno de esta técnica», puntualizó Vargas con satisfacción, al ver los frutos de su trabajo en el quirófano y a un paciente sonriente en la sala de cuidados intensivos.

Además de los doctores Benzo, Grullón y Vargas, en el procedimiento participaron los cirujanos cardivasculares Ludovino Sánchez, Leonel Lembert y Fausto Sánchez; los anestesiólogos Isidro Cuesto, Danilo Acosta y Andrés Gémez, así como los perfeccionistas Nestor Prenza y Alejandro Dueña.