PRD – Business Center

PRD – Business Center

En la terminología financiera, un business center o centro de negocios constituye toda una estructura económica orientada hacia la diversificación de actividades comerciales donde la meta esencial reside en acumular recursos como resultado de las ventajas y habilidades del engranaje productivo. Se presume que una organización partidaria debe estar colocada en la acera contraria de esos objetivos mercuriales. Sin embargo, el PRD de hoy, bajo los auspicios de los actuales dirigentes institucionales, parece una maquinaria robótica divorciada de las grandes luchas sociales y anhelos de transformación del modelo democrático.

No existe una acción maquillada de política que no persiga ventajas divorciadas de la esencia de un verdadero partido. Sobre todo, bajo la rectoría de Miguel Vargas que confunde su naturaleza comercial con las líneas de comportamiento de una organización que, colocada en sus manos por fuerzas históricamente antagónicas al PRD, actúa siempre subordinándose a las ventajas económicas. Por eso, el PLD lo usa a su antojo.

Los peledeístas conocen las debilidades del Presidente del PRD. Inclusive, la estrategia de disolución del partido blanco como fuerza opositora se acompaña de transacciones con el gobierno que se traducen en mecanismos capaces de preservar un modelo partidario opositor donde la fuerza del dinero mantiene el control de la formalidad institucional. Eso sí, de los recursos recibidos no existen garantías más allá de enriquecer al receptor y dejar en la ruina y descreimiento al partido.

Cuando la sociedad no percibe un verdadero rol opositor es porque el instrumento para la crítica ha sido dinamitado. En esencia, no es el PRD que no habla ni cuestiona, sino un presidente del partido inhabilitado de accionar debido a que la verdadera rentabilidad consiste en anular un partido de corte popular e históricamente dispuesto a encabezar las jornadas de lucha, pero obstruido en la participación popular a cambio de ventajas económicas.

Entiéndanlo: después de las elecciones del 2008 venderle a la Dirección General de Aduanas un edificio en mil millones. Con posterioridad a juramentarse en la presidencia del PRD, Almadeca es alquilado como almacén fiscal y el costo para que la administración del presidente Fernández lo comprara duplicaba el valor real. La administración de Rafael Camilo no lo aprobó, pero se mantuvo el contrato de renta. Además, el cuestionado préstamo por un monto de 15 millones de dólares del Banco de Reservas en medio de las elecciones del 2102 que, genera espanto en el mundo financiero porque la administración actual de la institución, valida con una dación en pago capaz de compensar la deuda original con un edificio que no llega a 5 millones de dólares y salda una deuda de 12. Y estoy seguro que después del apoyo de los legisladores del PRD a la reforma constitucional para permitir dos periodos consecutivos, ninguna autoridad del Ministerio Público seguirá profundizando las transacciones del Banco Peravia.

La vulnerabilidad de Miguel Vargas lo hace atractivo a los intereses del PLD y el sector oficial se siente bastante cómodo con esa clase de opositor. Afortunadamente, la gente conoce al cojo sentado y al ciego durmiendo. Y nada retrata con mayor efectividad los cambios e inconsistencia del presidente del PRD que su afán por las ventajas económicas.

Acaso tiene otra explicación que sus ímpetus anti/reeleccionistas en la reforma constitucional del 2010 se transformen radicalmente en el 2015?

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