PRD, ¿más errores electorales?

PRD, ¿más errores electorales?

Leonel Fernández ungió a Miguel Vargas Maldonado para asegurar la reforma constitucional, y de paso, le allanó el camino para erigirse presidente-candidato del PRD. Con sed de poder y el síndrome de las tendencias, los perredeístas corrieron como ovejitas a enfilarse con el designado. Aceleraron la proclamación presidencial y ahora preparan una convención para legitimar la decisión, aunque es sospecha conocida quiénes serán los vencedores.

Ungido y con gabela, el presidente-candidato del PRD anunció que en su partido no habrá indisciplina ni disidencia para avanzar en el 2010 y ganar en el 2012.

Algunos insurrectos de Hipólito Mejía continuarán haciendo ruido, pero ya con el amarre, Miguel Vargas respira. No hay contrincante formidable a vencer dentro del PRD y la mayoría de los perredeístas hará lo que diga Miguel para volver al poder.

La estrategia de sus asesores tiene tres componentes fundamentales: 1) elegir una directiva en el partido que responda al equipo político de Vargas, 2) seleccionar los candidatos con mayor posibilidad de ganar en el 2010, y 3) sedimentar los vínculos con sectores conservadores de la élite dominicana para facilitar el avance electoral.

Es entendible que Vargas Maldonado y su anillo de asesores quieran personas dóciles en las principales secretarías del partido. En el 2004 fueron víctima de la estrategia paralela de campaña que montó Ramón Alburquerque.

Pero la forma burda en que han revelado la estrategia de instalar una directiva dócil podría dejar heridas partidarias si algunos perdedores se sublevan.

La selección de candidatos para el 2010 es tarea más compleja que la anterior porque hay muchas posiciones en disputa a nivel congresional y municipal. El PRD lleva dos períodos fuera del poder y sus líderes (viejos y recién llegados) están deseosos de acceder nuevamente al jugoso sistema clientelar del Estado dominicano.

La garata se producirá inevitablemente, y por eso no cesan las encuestas para medir quiénes presentan las mejores cartas de triunfo en cada demarcación.

Como las encuestas siempre pueden impugnarse, la nueva dirección del PRD presiona al PLD para aprobar la nueva Ley de Partidos, que otorga un rol central a la Junta Central Electoral en la organización de las primarias. Así habría un árbitro.

En la búsqueda por bendición de los sectores conservadores, una pieza clave es la jerarquía de la Iglesia Católica, y el grupo de Vargas Maldonado ha puesto los huevos en la defensa del Artículo 30, aún cuando contradice cien por ciento la posición socialdemócrata de protección a los derechos de las mujeres que defendió  y promovió José Francisco Peña Gómez.

Esta estrategia de derechización del PRD conlleva dos grandes errores electorales.

Primero, el PRD tiene un déficit acumulado en el voto femenino con respecto al PLD. En el 2004 y 2008, las mujeres votaron más por el PLD que por el PRD en números absolutos y relativos. La defensa al Artículo 30 que sostiene la facción de Miguel Vargas le costará más votos femeninos, y lo mismo se aplica a los jóvenes.

Segundo, por más que el PRD quiera derechizarse para conquistar el voto conservador que ha beneficiado a Leonel Fernández desde 1996, los electores conservadores son profunda e históricamente anti-perredeístas porque muchos provienen del balaguerismo. Por eso la Alianza Rosada PRD-PRSC de 2006 dio tan pocos frutos electorales.

La única posibilidad que tiene el PRD de construir una mayoría electoral de 50+1 en el 2012, es recuperando el voto liberal dominicano, que también ha emigrado en parte al PLD, y ampliando significativamente el apoyo electoral de las mujeres. Con su defensa al Artículo 30, Vargas Maldonado se aleja de estos bloques de votantes.

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