El director del Departamento de Economía del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Yván Rodríguez, afirmó hoy que  antes de proseguir la vertiginosa carrera de endeudamiento público o de intentar crear nuevos impuestos, el gobierno debe reducir y racionalizar su política de gastos públicos.

Argumentó que ni el pueblo consumidor ni los sectores productivos y comerciales están en condiciones de asimilar nuevos impuestos, por lo que no debe producirse una reforma tributaria ni en el corto ni en el mediano plazo.

El economista dijo que para atender sus operaciones lo que debe hacer el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana es restringir el gasto público, en la que hay renglones que pueden ser reducidos y optimizados.

Abogó porque el gobierno se aboque a un estudio riguroso para reducir y redistribuir los gastos corrientes, que tienen partidas que no pueden ser tocadas, como son los compromisos de los intereses de la deuda pública.

Dijo que hay otras partidas que pueden ser focalizadas sin producir grandes distorsiones entre los agentes económicos, entre las cuales citó el capítulo de compra de bienes y servicios del gobierno, que aùn ha sido disminuida en la presente administración, no se ha hecho en la proporción que se comprometió a bajarla, como parte de su política de austeridad.

Enumeró que en el renglón de materiales, suministro y servicios se incluyen partidas como publicidad, propaganda, compra de vehículos, viajes, viáticos, tarjetas de crédito, uso de celulares, etc., etc., partidas que en conjunto andan por los 30 mil millones de pesos.

Puntualizó que otro renglón del gasto que puede ser reducido es de los gastos personales, que aunque es delicado, debe ser racionalizado en función del tamaño del gobierno que se requiere para contar con una administración pública efectiva.

Explicó que esa racionalización puede llevar a reducir una nómina que ha sido calificada de sobredimensionada, con escapes significativos que pueden ser corregidos del gasto corriente del gobierno.

Ilustró que una tercera partida que el gobierno puede trabajar son las transferencias corrientes, que incluye los subsidios que otorga el Estado a instituciones del propio gobierno que a su vez las utilizan para actividades que pueden ser improductivas.

En ese renglón también está la parte del subsidio eléctrico, que aunque el gobierno está dando señales de su interés en cambiar las altas transferencias que se hacen hacia el sector, pesan demasiado sobre el presupuesto nacional, y hay que buscarle soluciones efectivas, lo más rápido posible.