El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) expresó hoy que el limitado acceso al agua en las zonas rurales, la deficiente calidad y el inadecuado manejo, la dispersión institucional, y la degradación de las cuencas hidrográficas, así como las implicaciones del cambio climático, presentan un panorama dramático no sólo para las futuras sino incluso para las presentes generaciones dominicanas en lo relativo a la disponibilidad de agua potable.

Propone un abordaje más serio de la problemática del agua y la puesta en ejecución de un plan hidrológico nacional, como medidas imprescindibles para el logro de ese objetivo. Este esquema se orienta a garantizar el desarrollo y gestión coordinados del agua, los terrenos y recursos relacionados al objeto de optimizar el progreso social y económico, sin menoscabo de los ecosistemas esenciales.

En una declaración suscrita por su secretario nacional de Medio Ambiente, ingeniero Danilo del Rosario, con motivo de celebrarse hoy el Día Mundial del Agua, el PRD aboga por la adopción de medidas urgentes,  “que no pueden ni deben ser postergadas”.

Del Rosario advierte que la situación no puede ser más preocupante ante lo que considera un estancamiento del sector y un agravamiento de la crisis del suministro del agua para la población y para el abastecimiento de los sistemas productivos.

Citó que de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el país muestra diferencias sustanciales en cuanto a cobertura de los servicios de agua. Por ejemplo, de acuerdo al censo 2002, en nueve provincias localizadas en la parte central, nororiental y oriental del país, menos del 70% de la población contaba con acceso a una fuente mejorada de abastecimiento.

Agrega que el nivel de acceso a los servicios para las familias pobres es más bajo: sólo el 56% de los hogares pobres cuentan con conexiones domiciliarias, en contraposición con el 80% de los hogares no pobres. Sólo el 20% de los hogares pobres cuenta con acceso a los servicios de alcantarillado, en comparación con el 50% de los no pobres. Y sólo el 10.5% de la población con conexión a los sistemas de agua recibe un abastecimiento continuo de agua.

En cuanto a la calidad del agua los especialistas medio ambientales del PRD advierten que el 38.4% de los sistemas de agua no cuentan con dispositivos de cloración. En las zonas rurales, donde existen los sistemas pequeños, pese a que contar con un sistema de cloración no garantiza que el agua esté adecuadamente desinfectada

Sostiene del Rosario que más grave aún es el hecho de que de acuerdo con las cifras del año 2002 proporcionadas por los proveedores de servicios, sólo el 73.6% de las muestras de agua potable analizadas, tenía calidad satisfactoria (medida según la ausencia de coliformes totales), mientras que la norma internacional es 95%.

Agrega que las pérdidas de agua son alarmantes tanto en la red de suministro del agua potable como en los sistemas de riego. En este sentido repercute por su importancia la baja eficiencia del manejo del agua para irrigación, tomando en cuenta que el riego consume aproximadamente el 80% de los recursos hídricos de que dispone el país. Las pérdidas en riego por gravedad están alrededor del 75%, entre los más altos de la región.

Otro problema es la degradación de las cuencas hidrográficas, cada vez mayor, afectando a las fuentes de agua en los sistemas montañosos y generando problemas de sedimentación en obras de infraestructuras como las presas, llamadas a solucionar la demanda de agua para uso múltiple y donde se han invertido grandes recursos económicos tanto para mejorar el abastecimiento de agua y la producción energética y controlar las inundaciones que son cada vez más frecuentes como resultado de los efectos del cambio climático.

En estas condiciones, importantes obras en fase de diseño como la presa de Monte Grande, y en fase de construcción, como la Presa de Palomino no tienen garantías de una vida útil para cumplir con los propósitos establecidos ni con los requerimientos.

En este orden, puntualiza Del Rosario, los casos más graves se presentan principalmente hacia las zonas del Suroeste, Sur central y zona fronteriza con Haití, caracterizadas por frágiles ecosistemas, con alto nivel de pobreza y donde las poblaciones de las zonas bajas sufren de escasez de agua, pobre acceso a medios de producción o subsistencia y graves dificultades de acceso a otros servicios, cerrando el ciclo pobreza-degradación ambiental.

Amplía entonces que a nivel institucional la situación es más grave aún debido al estancamiento de importantes reformas estructurales que se encuentran en estado de latencia, como es el caso de la Reforma y Modernización del Sector Agua Potable y Saneamiento y la Ley Sectorial de Agua, instrumentos sin los cuales es imposible avanzar en la solución de los problemas que afectan al sector, sin que hasta el momento se genere la voluntad política para retomar la discusión sobre tan importante tema.

En ese contexto, establece, un enfoque correcto de la problemática del agua no es tan sencillo como luce a simple vista, sino que su abordaje obliga a considerar el carácter multidisciplinario de un recurso envolvente de los demás recursos naturales y que permea a todo el medio ambiente, que es tan integral como el propio ciclo hidrológico y que tiene  impactos políticos, sociales y económicos trascendentales.

Medio Ambiente del PRD deplora que tales criterios se han venido obviando en el país y se ha enfocado la situación del recurso agua con criterios individualistas basados muchas veces en ideas tradicionales, o bien sobre una plataforma de postergación e improvisación, priorizando únicamente las labores de reforestación en las cuencas que, si bien son necesarias, no representan una estrategia determinante para la solución de la problemática del agua por sus múltiples efectos y carácter transversal, por lo cual se requiere aplicar estrategias complementarias como parte de la política nacional.