Los 14 centros regionales  de la UASD esparcidos por el territorio nacional se desenvuelven con precariedad, calculándose que apenas cuentan con un tercio del personal administrativo y profesoral que exigen sus actividades.

El coordinador  general de esos centros, Zenón Ceballos, dijo que las deficiencias financieras están retrasando la impartición de carreras. Los centros  funcionan por la política de puertas abiertas de la universidad, dijo.

Las precariedades de aulas, profesores y personal administrativo que afectan a la sede de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) alcanzan también a los 14 centros regionales diseminados por el país, al punto que algunos operan con apenas un tercio del personal que necesitan.

Así lo explicó el coordinador general de los centros regionales, Zenón Ceballos, quien dijo que la principal consecuencia de las deficiencias financieras en los recintos es que obliga a que los estudiantes se gradúen con retraso en sus  carreras.

“Los centros están funcionando porque la universidad no le cierra las puertas a los estudiantes, pero la situación en que se están manejando algunos desde el punto de vista administrativo y de la calidad y cantidad de oferta es muy precaria”, dijo Ceballos.

Deficiencias.  En la mayoría de los centros no se abren las secciones de clases necesarias, debido a la falta de maestros y de aulas, lo que obliga a que existan grupos de hasta 80 estudiantes y a que muchos no encuentren espacio para ingresar.

“Eso incluso provoca que los estudiantes terminen un tiempo después, porque el sistema no les oferta la cantidad de secciones y de asignaturas que ellos quieren y eso hace que se retrasen en la salida de la universidad”, puntualizó Ceballos.

Apuntó que lo más preocupante es que la academia no se plantea hacer llamados a concurso, ya que no cuenta con los recursos suficientes para ampliar su cuerpo profesoral o administrativo.

A esto se agrega que hay extensiones como el Centro Universitario Regional del Oeste (Curo), de San Juan de la Maguana; Centro Universitario Regional del Noroeste (Curno), de Mao, y el Centro Universitario Regional del Suroeste (Curso), de Barahona, y otros que trabajan con apenas un tercio del personal administrativo requerido.

Las precariedades adquieren una nueva dimensión en el caso de los recintos con mayor cantidad de alumnos, como el Centro Universitario Regional del Nordeste (Curne), de San Francisco de Macorís; del Centro Universitario Regional de Santiago (Cursa), y otros.

No ha abierto.  La delicada situación de los recintos es tal que en el caso del Centro Universitario de La Romana, que está listo desde hace dos años, no ha podido iniciar la docencia todavía.

El recinto, que tiene una pre selección de más de 2,500 alumnos, fue fundado por un patronato.