Precaución con los transgénicos

Precaución con los transgénicos

POR DOMINGO ABREU COLLADO 
Hasta que se demuestre lo contrario, los seres humanos somos resultado de lo que comemos, bebemos o incorporamos de cualquier manera a nuestro organismo. Probablemente sea esa la razón por la que nos crecieron brazos y dedos, como ramas de árboles, y probablemente por esa misma razón también nos sentimos más a gusto entre los árboles, bajo su sombra, y no a pleno sol de desierto o debajo de las aguas.

Un cambio en nuestra alimentación implica un cambio en nuestro organismo, eso lo sabe todo el mundo. Pero lo que todo el mundo no sabe es que no es lo mismo comer arroz cultivado tradicionalmente, que comer arroz de laboratorio, modificado genéticamente, o sea, arroz transgénico, como también se le conoce. Podrán parecerse físicamente «grano frente a grano», pero el efecto en nuestro organismo no será el mismo, y a largo plazo (y a veces no tan largo) se notarán los cambios, los que pueden resultar sobrecogedores de espanto.

Un acuerdo internacional, rubricado por la República Dominicana, reconoce que los organismos genéticamente modificados son diferentes a los convencionales. El Protocolo de Cartagena de Bioseguridad «otorga a los países miembros la potestad de decidir sobre el ingreso de OGM (Organismos Genéticamente Modificados) a sus países, utilizando el Principio de Precaución como un elemento en la toma de decisiones y tomando además en cuenta consideraciones socio económicas», según lo publicado por Lucía Bravo en «Acción Ecológica», un medio digital de comunicación ambiental.

Ese protocolo pone en mano de los diferentes gobiernos de los países miembros la facultad de permitir o no el ingreso a sus respectivos países de los productos transgénicos, estando advertidos ya del daño que puede causar a la población el consumo de éstos. Y no solamente a la población humana, sino a toda (o buena parte) de su biodiversidad.

Reunidos por primera vez en Kuala Lumpur, Malasia, en febrero del 2004, los representantes en el Protocolo de Cartagena tomaron tres decisiones importantes: 1) Medidas sobre manipulación, transporte, embalaje e identificación de OVM (Organismos Vivos Modificados, como son llamados en el Protocolo); 2) Establecimiento de mecanismos y procedimientos de cumplimiento; y 3) Establecimiento de un grupo de expertos sobre responsabilidad y compensación en el contexto del Protocolo.

La Segunda Reunión de las Partes, que tuvo lugar en Montreal, del 30 de Mayo al 3 de junio del 2005, se trataron los siguientes temas: Notificación; Evaluación del riesgo; Manipulación, transporte, envasado e identificación; Responsabilidad y Compensación, Consideraciones Socioeconómicas, Concienciación y Participación Pública.

Naturalmente, para la República Dominicana, la medida precautoria más importante sería la dar continuación a sus sistemas tradicionales de producción de alimentos, lo que garantizaría no solo autoabastecimiento, sino posibilidades de exportación a otros países con serios problemas de alimentación e igualmente amenazados por la introducción de alimentos transgénicos.

El que contamina paga, ¿y el que «transgenica» también?

Nuestra legislación ambiental, fundamentada en la Ley 64-02, establece que «el que contamina paga». Pero en relación con los productos transgénicos todavía las decisiones del Protocolo de Cartagena sobre organismos genéticamente modificados no han sido incorporadas a nuestra legislación ambiental.

El paso necesario para ello sería la implementación de un régimen de responsabilidad e indemnización que conteste a las siguientes preguntas frente al daño de los transgénicos: ¿Quién responde por un daño? ¿Quién paga? ¿Qué se paga? ¿Cómo? ¿Cuándo?.

Según Lucía Bravo, «sin tener resueltas estas cuestiones no tendríamos mecanismos de respuesta frente a un daño ocasionado por un organismo genéticamente modificado. Es por esto indispensable contar con un régimen internacional que garantice un nivel de protección.

«Esta cuestión es más importante para los países del tercer mundo, pues son las potenciales víctimas, carecen de legislación específica y contarían con las ventajas de un régimen multilateral: las asimetrías entre países disminuyen, pueden existir posiciones más sólidas y existe mayor posibilidad de cumplimiento.

«Hay que tener muy claro esto pues existen propuestas para que en lugar del régimen internacional que será legalmente vinculante, se cree un conjunto de directrices (sin vinculación legal) o una ley modelo y/o cláusulas de contrato modelo para que sea aplicado a las leyes nacionales y entonces el asunto se convertiría en un acuerdo bilateral que se convierte en el típico enfrentamiento entre David y Goliat».

«Cuida tu Conuco»

La Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID/RD), lanzaron en esta semana la campaña «Cuida tu Conuco», compuesta de un conjunto de spots publicitarios para la radio, la televisión y la difusión gráfica en el formato de afiches.

Según indican la Secretaría de Medio Ambiente y la Embajada de los Estados Unidos, la campaña «quiere propiciar en la población los conocimientos necesarios para desarrollar una relación armoniosa entre el ser humano y el ambiente, así como la creación de conciencia pública sobre valores sociales y culturales que permitan un uso adecuado de los recursos naturales y la toma de decisiones en correspondencia con el criterio de ciudadanía ambiental».

A través de esta campaña -señala un comunicado de la embajada de los Estado Unidos- «se llama a toda la población dominicana a concebir el país como el «Gran Conuco del Siglo XXI» que sirve de sostén a la economía. Invita a la correspondencia de todas las instancias y personas en construir una República Dominicana más verde y con una mejor calidad de vida».

Citando al Secretario de Medio Ambiente, doctor Max Puig, la nota de la Secretaría señala que «los temas que aborda la campaña «Cuida tu Conuco» son el resultado de un diagnóstico de la realidad ambiental dominicana, que incluyen la calidad y cuidado del agua, protección de nuestros bosques, contaminación sónica, contaminación por basura, y un tema central que es el desarrollo sostenible».

Ambas entidades esperan que la propuesta publicitaria, elaborada por la agencia Código Publicidad, sea difundida solidariamente a través de la radio, la televisión y la prensa escrita.

En el lanzamiento de «Cuida tu Conuco» estuvieron, además del doctor Max Puig, la señora Elena Brineman, Directora de USAID/RD; el doctor William Kaschak, Director de IPEP; Martha Pérez, Subsecretaria de Educación e Información Ambiental, y el licenciado Milcíades Mejía, Director del Jardín Botánico Nacional, donde se realizó el lanzamiento de la campaña.

En el Parque Mirador del Norte

La iniciativa del licenciado Máximo Rodríguez, Administrador del Parque Nacional Mirador del Norte, debió estar funcionando desde la misma creación del parque. Probablemente habría ocurrido que muchos de los niños que hubieran pasado por este enorme segmento del Cinturón Verde de Santo Domingo hoy estuvieran como adultos sumados a carreras asociadas con la naturaleza, o activos en la defensa de nuestros recursos naturales y por un mejor ambiente en las ciudades.

Pero como nunca es tarde, el paso dado en el Mirador del Norte se suma a las grandes iniciativas de la Declaración de Estocolmo, la Cumbre de Río de Janeiro, el Convenio de Ramsar sobre Humedales, la Carta de la Tierra y otros acuerdos y tratados internacionales que ligan la educación ambiental de los niños a la necesidad de salvaguardar los recursos naturales en todo el planeta.

El Campamento en el Parque Mirador Norte se realizará del 1 al 30 de julio, y del 1 al 30 de agosto de este año.

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