Precauciones y seguridad

Precauciones y seguridad

Para esta época del año suele aumentar el movimiento comercial, debido a la entrega del bono navideño a los empleados públicos y privados. La ocasión no solo brinda a la gente la oportunidad de realizar compras, sino que también abre los apetitos de quienes viven de las malas artes, como es el caso de asaltantes, carteristas, ladrones, atracadores y estafadores.

Así, las circunstancias obligan a que las autoridades tomen medidas especiales para tratar de contrarrestar la actividad de los delincuentes. Operativos Navidad Segura y aumento del patrullaje forman parte de esas prevenciones.

Sin embargo, no es correcto pensar que toda la seguridad y protección debe ser aportada por los organismos represivos del Estado. En realidad, esa parte debe ser complementada por una actitud correcta de los ciudadanos, para «ponérselas difícil» a los delincuentes.

Un gesto de prudencia sería no andar con más dinero que el necesario, y no exhibirlo en presencia de personas desconocidas o sospechosas. Inclusive, sería preferible acudir a realizar compras en compañía de miembros de la familia, lo que puede permitir mejorar la vigilancia.

También es un gesto de prudencia preferir el transporte colectivo siempre que las circunstancias lo permitan. Muchos maleantes se disfrazan de choferes públicos o taxistas para desvalijar a los pasajeros.

Los ciudadanos deben evitar en lo posible la realización de compras en negocios improvisados en las aceras, en torno a los cuales suele haber carteristas.

-II-

Los compradores, sobre todo mujeres, deben evitar en lo posible el uso de carteras llamativas y joyas que puedan abrir los apetitos de los ladrones y hacerlas víctimas de asaltos y eventuales agresiones o lesiones.

En la medida de lo posible, se debe rechazar la ayuda de personas que se ofrezcan voluntariamente para ayudar a cargar paquetes o cosas por el estilo.

Si las circunstancias le fuerzan a abordar carros del «concho», extreme las precauciones en cuanto a paquetes, carteras y joyas, y decline abordar aquellos vehículos en los cuales haya gente que le parezca sospechosa.

Al salir de compras, trate de que en la casa queden adultos de la familia que cuiden de los niños o ancianos, si los hay. En caso de que la vivienda vaya a quedar sola, asegúrese de cerrarla bien. Ya en la casa, mantenga a distancia a gente extraña que vaya a su puerta a ofrecerle mercancías o servicios, por lo menos hasta asegurarse de que se trata realmente de vendedores inofensivos, no delincuentes.

Hemos planteado aquí unos pocos consejos que pueden ayudarnos a prevenir situaciones realmente incómodas y a veces peligrosas. Lo hemos hecho con el interés de apuntalar nuestro criterio de que la seguridad no sólo depende de la vigilancia policial, sino que en gran medida puede determinarla las precauciones que tomemos en las calles, las tiendas o el hogar en estos tiempos de aumento del circulante, tan atractivos para quienes viven del sudor ajeno. Dios dice cuídate, que yo te cuidaré.

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