Santiago Rodríguez lideró al grupo de patriotas que en agosto de 1863 izó en Capotillo la bandera dominicana como muestra de que se había materializado la Restauración de la República. Se destacaron junto a Rodríguez los patriotas Gregorio Luperón, Benito Monción, Gaspar Polanco, Benigno Filomeno de Rojas, Lucas Evangelista de Peña, José Cabrera, Pedro Antonio Pimentel, Federico Jesús García y otros.
Buenaventura Báez era anexionista y por lo tanto contrario a la Restauración, sin embargo el absurdo político hizo aparición cuando José AntonioSalcedo inició una campaña para entregar el gobierno a Báez. Aún no se encuentra una explicación que justifique la conducta de Salcedo.
¿Quién puede explicar válidamente que líderes de este tiempo propugnen por la habilitación política de un presidente a quien por negocios políticos internos de su partido la Constitución le prohíbe volver a postularse al mismo cargo?
Se trata de un político que valiéndose del poder del Estado ha tratado de arrodillar al principal partido de oposición mediante la persecución sin disimulo de importantes dirigentes, llevándolos a responder ante un juez por delitos que no han cometido. La rehabilitación de quien dirige tales acciones es una manifestación de interés de que hechos como estos se repitan en el futuro.

Ignoramos la razón que motivó a José Antonio Salcedo a querer entregar el control del gobierno restaurador a un líder negador de la Restauración. Del mismo modo no alcanzamos a comprender la causa efectiva por la que hoy dirigentes de un partido golpeado por un gobierno quieran abrir la puerta del regreso a ese gobierno. Tal vez un día logremos saber las verdaderos motivos de este absurdo político.