Por lenta caída de la inflación anual, sigue complejo el escenario mundial, estimándose en 7% la media del año. En junio aumentó 3.0% en Estados Unidos, descendiendo setenta y cinco por ciento desde el máximo de 9.2% en junio 2022, y 5.5% en zona euro, casi la mitad del 10.6% en noviembre de 2022.
La Reserva Federal y el Banco Central Europeo continúan encareciendo el precio del dinero, en un cuarto de punto la semana pasada, el primero entre 5.25% y 5.50%, el más elevado después de 6.50% en 2001, y 4.25% el segundo, igualando el récord de 2001 a 2009.
Los aumentos, asimilados por mercados internacionales, en junio fueron anticipados por los mencionados bancos centrales, endurecen más las condiciones de créditos para consumo e inversión, afectando a la baja el crecimiento mundial. En Estados Unidos se reduce de 2.1% en 2022 a 1.8% en 2023, y de 3.5% a 0.9%, respectivamente, zona euro, según pronósticos recientes del FMI. La realidad es que la economía mundial está pagando errores de la Reserva Federal y Banco Central Europeo, se equivocaron cuando les toco predecir consecuencias del cierre y bloqueo de cadenas de suministros por Covid-19 y guerra Rusia-Ucrania, nunca estimaron, hasta donde llega mi saber, que el mundo podría tener la mayor inflación en 40 años.
Puede leer: Los cuartos llegan a las micro, pequeñas y medianas empresas
En nuestro país, los lectores saben que el Banco Central acertó con sus pronósticos, la subida de precios llegó para quedarse por un largo tiempo, y actuando de manera preventiva, envió señales a los agentes económicos, que no pusieran en marcha espiral inflacionista, procediendo a aumentar 0.50 puntos básicos a su tasa de referencia, hasta 3.50% en noviembre de 2021, antes que lo hiciera la Reserva Federal, su primer aumento de 0,25 puntos básicos se produjo cuatro meses después, en marzo de 2022.
La historia contará que mientras el precio del dinero se encareció en el mercado internacional, se redujo en nuestra economía. Se leerá, por un lado, consecuencia de los aumentos mensuales y sin pausa de la tasa de política monetaria, combinados con otras medidas restrictivas monetaria y fiscal para desplomar en barrena la inflación, en 648 puntos básicos, del nivel máximo de 10.48% alcanzado en mayo de 2021, hasta el centro meta de 4% en junio 2023. Y, por otro lado, por inicio en junio 2023, primero en la región, del proceso de reducción de la tasa de política monetaria, de 8.50% a 7.75% anual.
Seguirá narrando logros que dieron respiro a pobres y trabajadores que por muchos meses asumieron pérdidas de poder de compra, e incentivos adicionales para inversores extranjeros, se sumaron a factores altamente ponderados por ellos, como buena infraestructura, disponibilidad mano de obra cualificada, diferencial positivo entre nuestra tasa de política monetaria y de Estados Unidos (ahora en 2.25 puntos porcentuales), y manejo excepcional Gobierno y Banco Central de la crisis covid-19 y la economía, culminó con rápida recuperación de 6.7% del PIB y cantidad de empleos que se perdieron por cierre de actividad en 2020. Por los logros, organismos internacionales y firmas calificadoras de crédito pronosticaron, y la economía dominicana obtuvo, mayor crecimiento del flujo de inversión extranjera directa y activos alternativos de renta fija y variables en 2023 y 2024.