Por MARIO MÉNDEZ
Una de las razones por las cuales en la República Dominicana no se ha desarrollado la producción de etanol es porque los altos precios del azúcar priorizan la producción del dulce, en perjuicio de la producción de combustibles, a pesar del gran potencial que tiene la producción de ese combustible en el país.

Así lo reconoció Juan A. Japa, en una exposición que hizo en el marco de la Primera Semana Internacional de la Energía celebrada en esta semana en el país.

También ha dificultado la producción de etanol el hecho de que en el país no había un marco legal que “lo promocione y lo incentive”.

Japa señaló también como factor adverso el hecho de  que años atrás sólo eran viables plantas de gran tamaño, cuyo financiamiento sólo está abierto a grandes capitales y gobiernos, pero dijo que eso ha cambiado y hoy son viables las pequeñas plantas. Japa consideró que la producción de etanol no afectaría la  seguridad alimentaria.

Dijo que en el país hay más de 100,000 hectáreas en barbecho que eran dedicadas a la caña de azúcar, que son suelos de quinta  categoría, solamente sustituibles para pasto.

Explicó que existe una productividad promedio en caña de azucar que “si es incrementada en un 50%,  podríamos suplir la caña necesaria para una mezcla E-10 en el país”.

Dijo que para lograrlo “no es necesario deforestar ni ocupar áreas de cultivos básicos de la dieta dominicana para producir la caña de azúcar, para una demanda de E-10”.

Señaló que según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), apoyada en informaciones suministradas por la Secretaría de Estado de Agricultura (SEA), para  1994 la República Dominicana poseía 4.8 millones de hectáreas (76 millones de tareas), divididas en 2.5 millones para uso agropecuario (905 mil hectáreas para cultivos agrícolas tradicionales, 263 mil para pastos intensivos, 402 mil cultivos agrícolas intensivos  y el  millón restante para agricultura de subsistencia y pastos).  Dos millones de hectáreas correspondían a vegetación natural y 219 mil hectáreas a otros usos.

Japa dijo que “estableciendo un análisis econométrico que nos permitiera pronosticar la demanda de etanol hasta el 2020, se pudo demostrar  que la demanda de etanol bajo el mejor escenario de crecimiento del PIB (un 8%) y de sólo un 4% en el precio de la gasolina, rondaría los 50 millones de galones”.

Japa agregó que “si tomamos en cuenta el inventario de caña de azucar del 1996, con 368,191 hectáreas y consideramos una productividad potencial de 60 toneladas-hectáreas, tendremos una capacidad de producción de 22,091,460 de toneladas métricas de caña de azúcar y de 400 millones de galones de etanol”.