Precipitar los frutos

Precipitar los frutos

Franklin Mieses Burgos escribió un cuaderno de poesía titulado “Propiedad del recuerdo”. Estos poemas los compuso entre 1940 y 1942; uno de ellos, “Demonio de ceniza”, está dedicado a la envidia, asunto terrible que entenebrece las vidas de escritores y poetas. A partir del verso número treinta y siete, nos dice: “Demonio de ceniza:/ a quien el dulce viento de Dios no eleva al cielo:/saber no es repetir/ únicamente el nombre terrestre de las cosas;/ tampoco es recoger como un mendigo el eco/ caído de otras voces,/ ni cosechar en huerto de ajena sementera/ una escuálida fruta en donde lo infecundo/ fermenta su amargura;/”.

En otro paso de este poema excepcional, el poeta se refiere a las frutas que producen los árboles: “Hay una edad que pone solicita su tiempo/ de amor el crecimiento;/ no se salta de esta ni se engaña tampoco/ lo que viene del árbol madurando por dentro:/ aquella savia suya de vigoroso aliento/ que lo ensancha en conciencia y en plenitud de fruto;/ él lo sabe de siempre;/ pero el árbol jamás lo precipita:/ he aquí toda la fuente de su sabiduría;/ su realidad no excluye para ser la presencia/ de ningún otro árbol igual que lo acompañe;/ él es, y goza en ser/ de un modo leal y suficiente.”
El poema se desarrolla entonces dramáticamente: “Demonio de ceniza:/ tú no estás en el árbol,/ en esa edad sensible de los brazos abiertos;/ no te das generoso como la espiga al viento,/ y es por esto que hay algo que te niega a ti mismo/ por la voz cuando cantas;/ algo amargo que a todos te denuncia lo mismo/ que el cristal de un espejo;/ algo oscuro e insondable en tu propio sentir,/ que te hace morder con diente de rencor/ tu propia sedienta primavera”.
La envidia es un afecto trágico estudiado por el cineasta checo Milos Forman en la película “Amadeus”, donde presenta el rencor de Antonio Salieri ante la capacidad creativa de Mozart. La gracia, la inventiva y armonía, de un genio musical inimitable, destruyeron la vida interior de Salieri. Muchos poetas y escritores han sufrido la misma dolencia. Olvidan que “la gloria es un rumor que llega desde fuera”. (2015).

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