Salcedo. El ruido, el desorden, las malas palabras y el irrespeto es el pan nuestro de cada día en las calles de este municipio, ante la mirada indiferente de las autoridades que tienen que ver con la regularización y el orden urbano.
La mayoría de las esquinas, principalmente de la zona céntrica de esta ciudad, así como las adyacentes a tiendas, colmadones y supermercados, están totalmente obstruidas por grandes filas de motoconchistas.
Estos son indiferentes ante el pedido de cualquier ciudadano que, de manera pacífica, pida permiso para tomar las aceras que por ley les corresponden a quienes caminan por ella.
Juan Antonio Hidalgo, de 76 años, quien todos los días tiene que caminar por la principal calle de esta ciudad, la Hermanas Mirabal, expresó su temor de que en cualquier momento pudiera ser embestido por un vehículo.
Antonio Hidalgo expresó que su temor se debe a que por la esquina formada por las calles Hermanas Mirabal con Francisca R. Mollins, frente al supermercado Nicasio Blanco, hay una gran cantidad de motoconchistas, y muchos de ellos se tornan irrespetuoso con las leyes de tránsito.
Sin embargo, aseguró, que de nada vale denunciar el asunto debido a que muchos de estos trabajadores del motoconcho, cuando alguien protesta frente a ellos ya sea por la mala educación o por el irrespeto hacia cualquiera de los ciudadanos, de inmediato se agrupan y comienzan a lanzar improperios.
Otra persona que decidió hablar para este medio fue Gregoria Inoa, de 57, quien denunció que en una ocasión fue chocada por un carro en la cercanía de la esquina Francisca R. Mollins con Restauración, frente al Banco de Reservas, en momento que tuvo que abandonar la acera y tirarse a la calle, debido a que la misma era ocupada por una hilera de más de 10 motores que esperaban pasajeros.
Gregoria Inoa manifestó que el caos por las calles de este municipio es tan grande, que a veces se hace imposible tomar algunas de las calles en su vehículo, principalmente por la cercanía del centro médico Doctor Grullón, a salir a la calle Duarte, tomando la 27 de Febrero.
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Más denuncias
Los fines de semana, por ejemplo, los sábado y los domingo, por la calle Colón, principal vía para llegar a los hospitales o clínicas, no se puede transitar, porque cualquiera viene y se desmonta de su vehículo, se pone a beber en uno de esos centros de diversión que hay por el lugar, y muchos hasta se hacen de la vista gorda ante los reclamos de cualquier ciudadano que exija de manera pacífica sus derechos.