Preferencias de los sexos en
la decoración del hogar

Preferencias de los sexos en<BR>la decoración del hogar

Las preferencias masculinas se expresan en colores sólidos sin ningún matiz. La mujer se expresa en colores de tonos suaves, generalmente el blanco o el beige

En la cultura latina la casa es de la mujer. Es ella quien generalmente está a cargo de limpiarla, cuidarla, de presionar para que se repare esto o aquello, de decidir dónde se colocan las fotografías o el color que deberán tener las paredes. Es por eso que se dice que la mujer es “ama de casa”.

La realidad es que en estos tiempos la decisión final sobre las decoraciones y reparaciones del hogar queda a expensas del presupuesto familiar; en este caso, en la cultura latina es el hombre por lo general quien está a cargo de éste y la influencia masculina también se deja ver en los hogares.

Sin embargo, en lo que a decoración se refiere, los hombres y las mujeres suelen tener ideas diferentes de lo que es el buen gusto. Cuando José e Isabel Velázquez querían remodelar su casa, tuvieron una discusión. Ella quería un pasamanos de madera para la escalera, por elegante; él lo quería de metal, por resistente… y también elegante. Finalmente, José se impuso y el pasamanos de la casa de los Velázquez es ahora de metal, por económico y más rápido de conseguir, según explicó José. Los expertos sostienen que esto no tiene nada que ver con Venus y Marte y la forma diferente en que los hombres y las mujeres perciben el amor. La diferencia real entre ellas y ellos está en la forma en que unos y otros definen el confort y el estilo en la decoración del hogar.

El hombre tiene las ideas muy claras; quiere rodearse de una decoración cómoda, simple y práctica, según la experta Marlene Pratt, diseñadora y remodeladora de The Home Depot.

Las mujeres van más por lo que está de moda, prefieren la elegancia y siempre buscan darle ese toque hogareño y familiar a la casa.

Masculino y Femenino

Conforme Pratt las preferencias masculinas se expresan en colores sólidos sin ningún matiz; muchos hombres son incapaces de reconocer la gama de tonalidades. Mucha madera en el piso, las paredes y los muebles.

Él piensa en el uso que le dará a la decoración y no en cómo lucirá.

Nada de almohadones o tapices sobre los sillones. Le estorban y los arrojará a un lado. No es amigo de las plantas en la decoración. Tiene miedo que se le mueran. Las preferencias de la mujer se expresan en colores de tonos suaves, generalmente el blanco o el beige, o algún tono que esté muy de moda. Muebles acolchonados, con muchos cojines. Flores, fotografías, estatuillas y lámparas en mesas dispersas en casi todas las habitaciones. Fuente: Diario La Prensa.

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