Preguntas estúpidas

Preguntas estúpidas

En un artículo publicado hace unos meses en otro medio de comunicación me referí al tema de Loma Miranda, calificando el asunto como un mito. El primer párrafo de ese artículo decía lo siguiente “Todos los recursos naturales en cualquier parte del mundo son explotables. Todos los lugares de alta fragilidad ambiental pueden ser desarrollados con vías de acceso, extracción o servicios, salvo que sean declaradas como zonas protegidas o parques nacionales. Nada se interpone entre el hombre y la naturaleza, siempre que prime la conservación del medio ambiente. Si nos enfangamos en este asunto por puro fanatismo, simplemente nos jodimos porque la minería, las exploraciones petroleras y otras grandes obras de infraestructura vial y turística, jamás progresaran en este país”.

En aquel momento también decía que el impacto ambiental de la carretera norte-sur era muchísimo más letal que la explotación de Loma Miranda. Gracias a Dios esa carretera quedó descartada de los planes de inversión del Gobierno.

Sin embargo, hay un problema con el enunciado del primer párrafo de donde surge la primera pregunta estúpida: ¿tiene la gestión pública la capacidad de garantizar que los planes de conservación y protección ambiental sean cumplidos cabalmente por las empresas que exploten recursos naturales en nuestro país? Pienso que definitivamente No.

Si no formamos un equipo de técnicos altamente calificados, bien pagados y fortalecidos con expertos extranjeros, para garantizar que esas empresas que quieran invertir en República Dominicana cumplan de manera estricta con los requerimientos ambientales que cada explotación exige, entonces lo que procede es declarar al país en cuarentana para este tipo de proyectos. Decir no y basta.

La segunda pregunta estúpida es la siguiente: Si el Gobierno conocía las graves consecuencias económicas de declarar parque nacional a Loma Miranda, ¿por qué el Presidente no uso su poder enviando claras señales al Congreso para que la ley no se aprobará festinadamente como se hizo? Uno podría pensar que todo fue una broma de mal gusto o quizás una estrategia para sacarle beneficio político al tema.

Danilo no es hombre de tomar decisiones que dividan la opinión pública y esta es la primera vez que lo hace durante su mandato.

Tuvo que calcular muy bien el efecto de su decisión aunque por el momento parece que le fue bien. En efecto, hace unos meses una encuesta dio como resultado que el 72% de la población aprobaba la conversión de Loma Miranda en Parque Nacional. En una encuesta después del veto, 53% apoya la decisión del Presidente contra un 47%.

En esto influye la masiva campaña desatada por el PLD y el empresariado a través de los medios de comunicación. apoyando el veto. Prácticamente opacó a los ilusos. Y aquí viene la tercera pregunta estúpida ¿Que harán ahora los ambientalistas, la Iglesia, las organizaciones de la sociedad civil y partidos opositores, que durante meses marcharon a favor de declarar Loma Miranda parque nacional? No lo sé, pero lo mejor que pudo pasar, pasó.

El que debe callarse la boca es Falcondo, porque una cosa es que veten la ley y otra es que aprueben la explotación de Loma Miranda. Y aquí surge la última pregunta estúpida ¿Qué hará el Gobierno con Loma Miranda y con Falcondo?

Probablemente, seguir entreteniendo al pueblo con la misma cantaleta para que se olvide de los altos precios de los alimentos, el desempleo, los apagones y los bajos salarios. Y muchos menos preocuparse por el endeudamiento, el despilfarro presupuestario y la inversión en plantas eléctricas con inmensos sobrecostos. Aquí todo marcha a las mil maravillas, con un solo problema: Loma Miranda.

 

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