M. DARÍO CONTRERAS
«Sed justos lo primero, si queréis ser felices», JPD. Confieso, ante todo, que soy parte interesada con relación al affaire de las dunas y el área protegida que bordean a los Astilleros Navales Bahía de Las Calderas, tanto por nexos familiares con quienes administran dichos astilleros, como por ser un amante de la belleza que ofrece este Monumento Natural de la República Dominicana.

Aclarado esto y con el sencillo deseo de edificar sobre todo el revuelo que han causado las denuncias sobre el arrendamiento y venta de terrenos en la zona por el Ayuntamiento de Baní, que en nuestra opinión obedecen principalmente a escarceos políticos y a intereses soterrados detrás de estas denuncias, escribo haciendo algunas preguntas a quienes tienen la responsabilidad de establecer, objetiva e imparcialmente, si los terrenos afectados son o no parte del área protegida mencionada, lo que ha de afectar derechos adquiridos, que me atrevo a decir que fueron logrados y otorgados de buena fe.

¿Establece el decreto que crea a las dunas de Las Calderas, en forma inequívoca, los límites de dicha área protegida?

¿Existen hitos o bornes, acompañados de los respectivos letreros, que establecen los límites de dicha área protegida para que la ciudadanía esté debidamente informada?

¿Se encuentran la Base Naval de Las Calderas y los Astilleros dentro de dicha área protegida?

¿De qué manera han afectado al ecosistema de las dunas dicha Base Naval y los Astilleros, los que se encuentran en dicha zona o área protegida, aledaños a los terrenos cuestionados?

¿Ha recibido la Secretaría de Medio Ambiente quejas por un mal manejo ambiental de parte de la base naval y los astilleros, los cuales funcionan desde la época de Trujillo?

¿La serie de construcciones que bordean y se encuentran en el área protegida, que incluyen residencias y hoteles costosos, tienen los correspondientes títulos y permisos que se requieren para emprender nuevas construcciones, especialmente por parte de Medio Ambiente, al estar al borde de la Bahía y encontrarse en zona de área protegida?

¿Se ha determinado científicamente de qué manera todas las construcciones y edificaciones mencionadas afectan al ecosistema de las dunas?

¿Se le ha exigido a los que detentan terrenos y construcciones en la zona de las dunas estudios de impacto ambiental?

¿Qué se va a hacer con todas esas construcciones que no hayan cumplido con los requisitos que establecen las leyes para las construcciones en o cerca de áreas protegidas?

¿Y cuentan los muelles privados que se han construido en la Bahía de Las Calderas, como parte de lujosas residencias veraniegas, con los permisos y planos correspondientes?

¿Existen los estudios ambientales correspondientes para determinar la vulnerabilidad del Monumento Natural de las Dunas de Las Calderas?

¿Actúa la carretera que une a Las Calderas con Las Salinas como una barrera que impide la formación y el desplazamiento de las dunas hacia la Bahía de Las Calderas?

¿Existen criterios ciertos para determinar el alcance y la naturaleza de la mejoras que pueden edificarse en las zonas de amortiguamiento de las dunas de Las Calderas?

¿Se encuentran los técnicos de Medio Ambiente suficientemente aislados de las presiones políticas para evacuar una opinión imparcial, o sería recomendable formar una comisión mixta en la que intervengan expertos independientes y cuyas recomendaciones pudieran ser más transparentes y creíbles?

¿Si el viento reinante proviene principalmente del cuadrante oriental, que es el principal causante de la formación y la dinámica de las dunas de Las Calderas, no se encuentran los terrenos al oeste de la carretera Calderas Salinas, es decir, los que colindan con la Bahía de Las Calderas, bastante inmunes al fenómeno de la formación y desplazamiento de las mismas?

Ahí les dejo con esta preguntas. Deseamos lo que más convenga a la nación dominicana, sin olvidar que la ley se hizo para todos, pues una justicia sesgada no es justicia.